Un nuevo informe de Juniper Research pronostica que el uso de los ponibles para hacer ejercicio casi se habrá triplicado en 2018 respecto a los 19 millones de dispositivos que se estima habrá en uso a finales de este año, aunque a largo plazo serán eclipsados por los relojes inteligentes.

 

El informe espera que la forma física será el segmento que domine los ponibles de aquí a 2018, en parte como consecuencia a los precios más asequibles, pero predice que los relojes inteligentes acabarán tomando el mercado gracias a su atractivo más general.

 

Aunque algunos dispositivos avanzados para ejercicio físico como el MetaWatch M1 y el Martian Notifier competirán con los relojes inteligentes, los consumidores “con conciencia estética” preferirán éstos últimos, porque los otros tienden a dar prioridad a las funciones por encima del aspecto.

 

En el campo del ejercicio, el estudio afirma que Fitbit mantendrá su liderazgo en el registro de actividad física, aunque su decisión de no integrarse con Apple Health podría perjudicar a corto plazo a su cuota de mercado. Entretanto, Fitbit acaba de ampliar su gama con la pulsera Charge (129,95 €), que también realiza funciones de reloj e identificación de llamadas telefónicas, y para comienzos del año próximo ha anunciado dos modelos nuevos: la Charge HR (149,95 €) que añade pulsímetro para monitorizar el ritmo cardíaco, y la Surge (249,95 €) que también incorpora GPS autónomo, notificaciones de los mensajes del teléfono y control de la música de éste.

 

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Juniper Research también pronostica que las ventas de dispositivos ponibles centrados en la salud aumentarán: desde cardiógrafos ponibles hasta monitores de glucosa, pasando por bombas de insulina.

 

Los dispositivos ponibles varían según el mercado que sus creadores tratan de abordar. La firma GOQii propone un nuevo modelo de negocio basado en los servicios, ofreciendo contacto con entrenadores físicos junto al dispositivo, que parece ir dirigido a los usuarios intensivos de gimnasio. Es una propuesta parecida a la de Gymwatch, que ofrece indicaciones verbales y visuales en tiempo real que ayudan a los usuarios a realizar correctamente sus ejercicios.

 

Por su parte, BURG ha presentado un reloj inteligente “de moda” que cuesta 199 dólares y funciona como teléfono independiente, pero también se puede vincular a teléfonos Android e iPhone mediante tecnología Bluetooth.

 

Otro estudio, en este caso de Gartner, sugiere también que los relojes inteligentes superarán a los ponibles de ejercicio físico, aunque asegura que ello podría ocurrir más pronto, incluso durante el año que viene.