Continúan los rumores de que Nokia ofrecerá un teléfono con Android situado por debajo de su gama de modelos con Windows Phone, aunque los informes más recientes parecen indicar que el dispositivo compartiría un aire de familia con sus hermanos basados en el sistema de Microsoft.

Según imágenes supuestamente filtradas, el dispositivo – cuyo nombre en clave sería Normandy- utiliza unos componentes similares a los de la gama Lumia de la empresa. Pero lo más interesante es que cuenta con una interfaz de usuario muy parecida a los azulejos de Windows Phone, e incluye en lugar destacado los servicios de Microsoft y Nokia, como Skype y Here Maps.

Esta política sería similar a la seguida por Amazon con sus dispositivos Kindle Fire, en los que los servicios de Google han sido desplazados por sus equivalentes de la firma de comercio electrónico. Si bien esto permitiría disfrutar de un alto grado de compatibilidad con Android -se ha dicho que el 75% de las aplicaciones de Android funcionan en su plataforma sin necesidad de modificaciones-, al mismo tiempo le proporciona una plataforma con menor influencia de Google, y diferenciada de otros fabricantes de Android.

Si bien se considera extraño que una empresa que va a ser adquirida por Microsoft saque al mercado un smartphone con Android, la medida podría contribuir a superar una deficiencia del catálogo de Nokia: la debilidad de su anticuada plataforma Series 40 y las variantes de la misma respecto a Android.

Buscando aprovechar el apoyo generalizado del que Android goza en todos los ámbitos -desde los componentes hasta los desarrolladores-, podría ofrecer una propuesta más convincente que yendo en solitario.

Y siendo pragmáticos, Microsoft podría beneficiarse mucho de esa estrategia. En el ámbito de los dispositivos, podría captar a los usuarios de smartphones más básicos, para intentar más adelante llevarlos hacia dispositivos con Windows Phone sin abandonar la marca Nokia y crear así clientes más valiosos.

Además, y quizás más importante, ganaría nuevos usuarios para el contenido y los servicios de Microsoft, especialmente entre clientes que se conecten a Internet por primera vez. Esta estrategia se parece a la de Google con Android: captar clientes nuevos lo antes posible, con la esperanza de que se mantengan fieles cuando cambien a un smartphone más sofisticado.