El fabricante estadounidense Cisco ha eliminado 4.000 puestos de trabajo en el marco de un plan de reestructuración cuyo costo asciende a 600 millones de dólares (casi 590 millones de euros). Con ello se une a las diversas firmas del sector tecnológico que han reducido personal en medio de las turbulencias financieras mundiales y nacionales que se producen en la actualidad.

Según un portavoz de Cisco, la reducción de puestos de trabajo afecta aproximadamente al 5% de la plantilla total a tiempo completo. Según el informe anual de la empresa sobre el ejercicio 2022, que finalizó el 30 de julio, la empresa contaba por aquel entonces con 83.300 empleados.

En una declaración, la firma explica que la decisión de despedir al personal “no se ha tomado a la ligera” y señala que está apoyando a los afectados mediante “generosas indemnizaciones, servicios de recolocación y otros beneficios, siempre que sea posible”.

Ha detallado su plan de reestructuración en documentos presentados el 16 de noviembre ante la Comisión de Valores de Estados Unidos. La firma explica en dichos documentos que los 600 millones de dólares cubrirán el coste de los despidos, las cargas inmobiliarias y otros gastos.

La información se ha dado a conocer el mismo día en el que la empresa ha informado de una facturación récord en el primer trimestre fiscal de 2023, así como de caídas en los beneficios netos. En una teleconferencia sobre ganancias, Scott Herren, director de Finanzas, ha explicado que la reestructuración responde a una estrategia para resituar a Cisco en nubes, seguridad y redes empresariales.

El directivo confía en que la venta de oficinas infrautilizadas contribuya a ahorrar costes a largo plazo.