El Departamento de Justicia estadounidense ha denunciado a Huawei por fraude bancario, incumplimiento de sanciones y robo de propiedad intelectual a la operadora T-Mobile US.

Matthew Whitaker (en la foto, en el centro), fiscal general interino, ha esbozado en una rueda de prensa las acusaciones por actividad delictiva que abarcarían un período de “por lo menos diez años” y “llegarían a los rangos más elevados dentro de la empresa”.

Acusaciones

Un gran jurado de Nueva York ha acusado a Huawei y a su filial Skycom Tech de trece delitos de fraude bancario y electrónico, blanqueo de capitales, incumplimiento de sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán y conspiración para obstaculizar el funcionamiento de la Justicia. Meng Wanzhou, directora de Finanzas de dicha firma, también se enfrenta a acusaciones de fraude bancario, fraude electrónico y conspiración.

Se acusa a Huawei y a Meng de haber mentido a los bancos acerca del grado de control que Huawei ejerce sobre Skycom Tech, con sede en Taiwán, y de haberlos engañado para que tramitasen transacciones que incumplen las sanciones estadounidenses.

Las autoridades judiciales han explicado que las acusaciones contra Meng se fundamentan en su conducta personal y no en los actos de otros directivos, y confirman que han solicitado que Canadá la extradite a Estados Unidos para que responda a dichas acusaciones.

Richard Donoghue, fiscal del Distrito Este de Nueva York, ha acusado de Huawei y sus filiales de “conductas fraudulentas graves”, con pleno conocimiento e “implicación personal” de sus directivos.

“Durante más de una década, Huawei ha recurrido a una estrategia basada en mentiras y engaños para realizar sus negocios y hacerlos prosperar.”

También se acusa a Huawei de robo de propiedad intelectual, fraude electrónico y obstaculización a la justicia en un documento distinto que comprende diez acusaciones, proveniente de un gran jurado del Estado de Washington. Dicho documento alega que la firma animó a sus empleados a obtener indebidamente información sobre el robot de pruebas con dispositivos móviles de T-Mobile, conocido como Tappy. Según las autoridades, los empleados de Huawei infringieron acuerdos de confidencialidad, tomaron fotos y medidas al robot, y en un caso llegaron a sustraer uno de sus brazos.

Los cargos referidos al robo de secretos comerciales se castigan con multas de hasta 5 millones de dólares (unos 4,37 millones de euros), o tres veces el valor del secreto comercial robado, en el caso de que supere dicha cantidad. El fraude electrónico y la obstaculización a la justicia se castigan con multas de hasta 500.000 dólares (unos 437.000 euros).

Tácticas de difamación

Huawei ha hecho pública una declaración en que “la empresa niega que ella misma o sus filiales hayan cometido ninguna de las infracciones contra la ley estadounidense que figuran en los escritos de acusación”.

Añade que las acusaciones por robo de secreto comercial ya fueron objeto de un pleito civil resuelto entre las partes después de que un jurado de Seattle concluyera que no apreciaba daños ni conductas maliciosas.

El gobierno chino ha insistido en que las acusaciones más recientes tienen motivación política y se ha comprometido a defender a las empresas chinas.

Geng Shuang, representante del Ministerio de Exteriores chino, afirma en una declaración que “desde hace algún tiempo los Estados Unidos vienen utilizando su poder nacional para difamar y perseguir a determinadas empresas chinas, en un intento por frustrar sus actuaciones legales y legítimas. Tales prácticas se sustentan en intencionalidades y manipulaciones políticas de gran calado. Rogamos encarecidamente a los Estados Unidos que interrumpan sus absurdos ataques contra firmas chinas como Huawei, y que les otorguen un trato justo y basado en hechos. China también seguirá defendiendo los derechos e intereses legales y legítimos de las firmas del país.”

Negociaciones comerciales

La noticia se ha conocido junto antes de que empezara la última ronda de negociaciones comerciales entre los Estados Unidos y China, cuyo inicio estaba previsto para el 31 de enero.

Las autoridades estadounidenses observan que las acusaciones dirigidas contra Huawei y otras firmas no comprenden ninguna alegación contra el gobierno chino. Wilbur Ross, Secretario de Comercio del país, subraya que los cargos son “totalmente independientes de las negociaciones comerciales con China”.

Con todo, la detención de Meng en Canadá ha encolerizado a China, que había solicitado a los Estados Unidos que anularan la solicitud de extradición y los había advertido de que en caso contrario adoptaría medidas de represalia.