Según App Annie, la facturación bruta de las tiendas de aplicaciones a escala mundial superará los 102.000 millones de dólares (unos 90.600 millones de euros) en el año 2020. El crecimiento más fuerte se dará en Asia-Pacífico, seguido de cerca por Europa, Oriente Próximo y África, y por el continente americano.
Las cifras siguen la tendencia que ya apuntaba su estudio anterior de febrero, en el que pronosticaba que los ingresos superarían los 101.000 millones de dólares (unos 89.700 millones de euros) en 2020, gracias a la amplia aceptación de las aplicaciones en las economías en desarrollo y a su capacidad para hacerse con una mayor “cuota de monedero” en los mercados ya maduros.
Según dicho estudio, las economías maduras como los Estados Unidos, Japón y Europa Occidental aportan más de dos tercios de los ingresos generados por las tiendas de aplicaciones, porque los consumidores de dichas economías las utilizan para obtener rendimiento de una infraestructura desarrollada de aplicaciones “pensadas para la comodidad”.
Los ingresos brutos generados por las aplicaciones en las economías mencionadas experimentarán un fuerte crecimiento durante el 2017, con una tasa de crecimiento anual compuesto cercana al 12%.
Sin embargo, App Annie cuenta con que en 2020 las economías emergentes ya representen el 40% de la facturación total, porque los ingresos generados por las tiendas de aplicaciones en dichas economías aumentan a una tasa de crecimiento anual compuesto del 29%.
Sin salir de dichos mercados, los ingresos brutos generados por las aplicaciones experimentarán el crecimiento más rápido en India, muy por delante de Brasil, que quedará en un segundo puesto, y que, a su vez, irá por delante de Argentina, México e Indonesia.
En febrero, App Annie aseguraba que India contribuiría significativamente al crecimiento de las descargas, como consecuencia de la existencia de smartphones con prestaciones razonables por precios inferiores a los 50 dólares (unos 44 euros), lo que favorecerá la adopción de las aplicaciones.
Annie App reitera que los “smartphones con capacidades suficientes, pero asequibles” permitirán que los beneficios de las aplicaciones lleguen a capas de población cada vez mayores en el mundo entero.
También indica que los consumidores de países como India y Brasil se hallan “en las primeras fases de la adopción de aplicaciones” y que la falta de patrones de uso establecidos depara magníficas oportunidades a empresas y desarrolladores para lograr posiciones ventajosas en sus respectivos mercados.
El artículo observa que las empresas productoras de plataformas seguirán “promoviendo la evolución de funciones clave en las aplicaciones”, como el descubrimiento, la instalación, la personalización y los enlaces profundos, y que los desarrolladores estudiarán los progresos de la inteligencia artificial, el reconocimiento de objetos y la percepción del contexto.
Afirma que “todos estos factores contribuirán a que las aplicaciones transformen el paradigma de interacción con la interfaz del smartphone y la relevancia sustituya a la elegancia”.