Un estudio elaborado por el laboratorio de ideas Caribou Digital destaca que los beneficios económicos generados por las aplicaciones se distribuyen de manera “desigual”. La gran mayoría de los desarrolladores de todo el mundo (un 81%) reside en países con niveles de renta elevados, y que el productor de aplicaciones dominante son los Estados Unidos.
Aunque la potencia económica de China esté logrando que el crecimiento de Asia Oriental supere al de Europa, las aplicaciones de casi todos los mercados se deben sobre todo a desarrolladores estadounidenses. Como promedio, las aplicaciones procedentes de este país copan el 30% del mercado en las 37 regiones estudiadas.
De hecho, los Estados Unidos son el proveedor de aplicaciones dominante en todos los mercados, excepto en cuatro: China, Japón, Corea del Sur y Taiwán.
Es más: los mercados emergentes reciben tan solo un 1% de los ingresos generados por las aplicaciones. Se estima que el 95% del valor producido por estas corresponde a tan solo diez países, y los tres primeros copan el 69%.
Por ello, no es ninguna sorpresa que los Estados Unidos acumulen “la mayoría de los beneficios, siempre un porcentaje desmesurado de dos cifras”, en prácticamente todos los países del mundo.
La firma explica que “esta desigualdad podría deberse a razones de carácter meritocrático -todo el mundo sabe que Silicon Valley rebosa talento-, pero estamos convencidos de que también intervienen factores estructurales”.
Así, por ejemplo, Google admite aplicaciones de desarrolladores de todo el mundo, pero sólo autoriza cuentas mercantiles en un grupo relativamente pequeño de mercados desarrollados. Según el informe, “es obvio que si alguien no puede cobrar por la aplicación, ni beneficiarse de las compras realizadas desde la aplicación, el flujo de ingresos será mínimo”.
Y añade que “los ingresos se concentran en un puñado de mercados que se llevan la parte del león a sus propios países, mientras que las ventas locales de desarrolladores igualmente locales apenas si se hacen sentir, salvo en mercados singulares como China, Corea del Sur y Japón”.
Además, los desarrolladores de países de renta baja también tienen dificultades para exportar sus productos. El 70% de sus desarrolladores no logran exportar, mientras que en los países de renta alta los que no lo consiguen son el 29%. En comparación, tan solo el 3% de los desarrolladores estadounidenses sufre ese problema.
Los autores del informe tienen la convicción de que “la buena salud de los contenidos y servicios locales es esencial, no solo para animar a nuevos usuarios a conectarse a Internet, sino también para garantizar una distribución más justa de los cuantiosos dividendos que las tiendas de aplicaciones generan con los productos digitales”.