El grupo Vodafone ha llegado a un acuerdo vinculante para la venta de su filial húngara a la firma 4iG, especializada en TI y telecomunicaciones, y a una sociedad de inversión controlada por el Estado. Se espera que la operación, anunciada con anterioridad, quede formalizada a finales de mes.

Vodafone explica en una declaración que todas las partes implicadas han cumplido los requisitos de diligencia debida y que el grupo de operadoras prevé recaudar 660.000 millones de forintos (unos 1.658 millones de euros) con la operación. Su intención es utilizar el efectivo para reducir la deuda.

4iG ha elogiado el acuerdo como “una de las transacciones más importantes en la historia de las telecomunicaciones húngaras”. Gracias a este, poseerá una participación del 51% en la operadora Vodafone Hungría.

La participación minoritaria quedará en manos de Corvinus International Investment, una entidad financiera propiedad del Estado húngaro.

Gellert Jaszai, presidente de 4iG, se ha felicitado por la operación, que mejorará la competitividad del sector y “acelerará la transformación digital de la economía”.

La adquisición se enmarca en la ambición de 4iG por impulsar los servicios de comunicaciones convergentes, tras haber completado a principios de 2021 la compra de activos de telefonía fija y televisión de pago a Digi.

Según las estimaciones de conexiones efectuadas por GSMA Intelligence para el cuarto trimestre de 2022, Vodafone Hungría es la segunda operadora de telefonía móvil más importante del país, con casi 3 millones de líneas. Magyar Telecom, la filial de Deutsche Telekom en el país, lidera el mercado con 5,2 millones de líneas durante el mismo período.