Un sindicato italiano afirma que la filial local del grupo Vodafone prevé suprimir unos 1.000 puestos de trabajo –casi el 20% de su plantilla– y que la operadora presentará una propuesta a los representantes de los trabajadores.

Esta nueva reducción de plantilla se añadiría a las que Vodafone ya ha realizado anteriormente en el país. Los recortes anteriores se achacan, en parte, a la caída de beneficios causada por la intensificación de la competencia. La operadora y sus rivales en el mercado italiano llevan insistiendo regularmente en dicha queja desde que Iliad entró en el mercado en 2018.

En una declaración publicada el de 9 de marzo, el sindicato FISTel-CISL revela que Vodafone presentará un “plan de reorganización de costes” dentro de pocos días. Si bien reconoce que la “exagerada competencia” ha provocado una caída de precios en el país, asevera que otras naciones europeas no padecen los mismos problemas.

El sindicato señala que “nos hallamos, indudablemente, ante una nueva demostración de que se está siguiendo un modelo equivocado en el sector de telecomunicaciones” y añade que, mientras en otros países dicho sector “aún logra conciliar capacidad de empleo y mano de obra, aquí decrece año tras año a ritmo exponencial”.

Añade que “ha llegado el momento de efectuar un llamamiento a todas las partes, empezando por las instituciones, para que asuman sus responsabilidades. Esa es la posición que pondremos sobre la mesa y desarrollaremos de inmediato para exportarla a todo el sector.”

Vodafone ha declinado comentar las afirmaciones del sindicato.

La operadora está en proceso de recortar costes en todo su negocio, con el objetivo de ahorrar 1.000 millones de euros para el 31 de marzo de 2026, día en el que finalizará el ejercicio financiero correspondiente a 2026.

En febrero, Margherita Della Valle, consejera delegada interina del grupo, anunció que la firma estaba progresando en el proceso de ahorro, pero subrayó la necesidad de frenar el declive en algunos mercados europeos.