El grupo Vodafone ha revisado el plazo para la reducción a cero de las emisiones de carbono generadas por su actividad y lo ha adelantado a 2040.

Tras esbozar varias iniciativas para reducir el impacto ambiental de sus operaciones, el grupo de operadoras se ha propuesto objetivos más ambiciosos que afectarán a su negocio más amplio y a los terceros que intervienen en él.

Su declaración más reciente se refiere a las denominadas fuentes de emisión de Alcance-3, que comprenden las empresas conjuntas, las relacionadas con su cadena de aprovisionamiento, los viajes de empresa y los productos vendidos por el propio Grupo.

Inicialmente, la operadora se había fijado el objetivo de alcanzar un impacto neto nulo en todas sus actividades, incluidas las fuentes de Alcance-3, para 2050.
En su más reciente compromiso, ha expresado la intención de reducir a la mitad las emisiones actuales de las fuentes de Alcance-3 para 2030.

Aparte de revisar el objetivo principal, Vodafone ha anunciado que la iniciativa Science Based Targets (objetivos basados en la ciencia) había aprobado los objetivos de reducción de carbono ya anunciados para 2030 por considerar que se ajustaban a las aspiraciones de más alto nivel en todo el mundo.

Planes
Los nuevos objetivos son una continuación de intentos previos de Vodafone por reducir el impacto ambiental de su negocio.

Uno de sus compromisos anteriores era el objetivo de adquirir exclusivamente electricidad renovable, que se hizo realidad en 2019. Además, había anunciado su intención de reutilizar, revender o reciclar todos los residuos generados por sus redes.

En setiembre de 2020, lanzó una advertencia a sus proveedores con un plan para evaluar el respeto al medio ambiente y la atención a las cuestiones sociales por parte de las empresas que participan en sus procesos de licitación.

El propio Grupo Vodafone cuenta con generar no más del equivalente de 1,84 millones de toneladas de CO² (de acuerdo con un sistema de medición estándar que se aplica a todos los gases de efecto invernadero) con la energía usada directamente o adquirida en 2020. Aspira a alcanzar el cero neto en 2030.

Prevé que sus emisiones de Alcance-3 a lo largo de 2020 se cifrarán en el equivalente a 11,9 millones de toneladas de CO².