La operadora estadounidense Verizon se ha visto obligada a retirar 2,5 millones de hotspots (dispositivos para punto de acceso móvil), después de que una investigación revelara que las baterías utilizadas en dichos productos podrían sobrecalentarse y suponer un riesgo de incendio.

Verizon ha explicado en una declaración que colabora con la CPSC (siglas inglesas del organismo estadounidense Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo) para retirar tres modelos (MHS900L, MHS900LS y MHS900LPP) de dispositivos de punto de acceso móvil Ellipsis Jetpack, y destaca que la batería de iones de litio supone una amenaza de incendio.

La CSPC explica que Verizon había recibido hasta ahora 15 notificaciones a propósito del sobrecalentamiento del dispositivo, entre los que figuran seis casos de daños por fuego y dos de quemaduras leves.

El dispositivo, importado por Franklin Wireless, se estuvo vendiendo en las tiendas de Verizon de todo el país, así como en su página web oficial, desde abril de 2017 hasta marzo de 2021.

En su declaración, Verizon afirma que “la seguridad del cliente” es la “máxima prioridad” de la empresa y añade que se está “tomando muy en serio la situación” y que “trabaja con diligencia en colaboración con el proveedor para determinar la causa del problema y proporcionar dispositivos de reemplazo gratuitos a todos los clientes”.

Los dispositivos han recibido una actualización de software que impide que se carguen mientras están enchufados y encendidos, lo que ayuda a reducir el riesgo de sobrecalentamiento.

Un portavoz de la operadora ha declarado a The Verge que hay un total de 1,3 millones de puntos de acceso móvil en uso por parte de sus clientes y que la demanda de dispositivos se ha incrementado durante la pandemia de Covid-19 (nuevo coronavirus).