Orange informa de que sus ingresos en el primer trimestre apenas han crecido, porque el impacto de las promociones de firmas rivales en sus dos mercados más grandes –Francia y España– ha compensado negativamente el crecimiento de las divisiones que cubren el ámbito empresarial, Próximo Oriente, África y el resto de Europa.

No solo Orange, sino también otras operadoras han informado de que los resultados en Francia se han visto afectados durante el 2018 por un “entorno promocional feroz”. El mercado español también se ha visto sujeto a una presión competitiva mayor durante el primer trimestre de 2019.

Aunque los ingresos hayan sufrido una caída interanual del 1,8% en Francia y se hayan mantenido en cifras relativamente planas en España, los ingresos de todo el grupo se han quedado en 10.200 millones de euros, lo que supondría un descenso anual de tan solo el 0,1%, porque la rentabilidad de sus otras divisiones ha compensado los efectos negativos.

Orange no publica trimestralmente sus beneficios netos.

Sí ha informado de un crecimiento en su división europea, que comprende todas las divisiones de dicho continente aparte de las de Francia y España. Lo atribuye, en parte, a una mayor aceptación de sus paquetes de servicios.

Stéphane Richard (en la foto), presidente y consejero delegado, declara que “la convergencia sigue siendo un motor de crecimiento y fidelización para el grupo. Somos líderes europeos en dicho ámbito, con más de 10 millones de clientes.”

Añade que la firma ha registrado “un excelente rendimiento comercial, a pesar de un entorno competitivo particularmente difícil sobre todo en Francia y España, los países donde tenemos mayor presencia”.

Sus ingresos han crecido un 5,3% en Próximo Oriente y África, gracias a unos resultados “muy sólidos” en el ámbito minorista. Su expansión en dicha región se ha visto impulsada por el continuado despliegue de 4G, unos smartphones cada vez más asequibles y el aumento en el uso de datos.

Ahorros

Orange celebra los resultados de un acuerdo para compartir redes con Vodafone en España, aunque se haya firmado tras finalizar el primer trimestre.

En su última declaración financiera, la operadora afirma que dicho acuerdo “ampliará la cobertura, incrementará la capacidad, preparará a la empresa para los retos de la 5G y generará un ahorro significativo en los gastos en redes”.

Cuenta con gastar 300 millones de euros durante los próximos cuatro años en el proyecto conjunto, pero cree que este permitirá un ahorro de 800 millones de euros a diez años vista.