El gobierno de Uganda ha creado un impuesto para los usuarios de WhatsApp, Viber, Skype y otras aplicaciones de comunicaciones, y también ha elevado los tributos a las transacciones monetarias que se efectúan mediante el móvil, a pesar de las airadas críticas de las organizaciones de derechos civiles.

Los usuarios de los llamados servicios OTT, en los que se incluyen todas las aplicaciones de comunicaciones no ofrecidas directamente por las operadoras móviles, deberán pagar un impuesto de 200 chelines ugandeses (unos 0,04 euros) por día.

El nuevo impuesto sobre las transacciones con dinero móvil ascenderá al 1% del monto de estas y se cobrará tanto el remitente como al receptor.

El gobierno ugandés ha aprobado dichas medidas, junto con el resto de la ley de Impuestos Especiales (enmiendas) de 2018, que grava a los ciudadanos con nuevos tributos.

El Comité de Desarrollo Financiero, de Planificación y Económico del país afirma mediante una

declaración que es “injusto y no equitativo” que los clientes que usan servicios como WhatsApp, Viber y Skype no paguen impuestos, mientras que los que usan llamadas de voz mediante operadoras sí los pagan.

Con todo, activistas ugandeses han rechazado dicho impuesto. Voces críticas citadas por Reuters afirman que se trata de un intento de frenar las “habladurías” que apuntan contra los gobernantes del país, y que su motivación última tiene carácter político.

Así como se afirma que el impuesto sobre los medios sociales es un ataque contra la libertad de expresión, el impuesto sobre el dinero móvil también ha sufrido críticas, porque se teme un impacto negativo contra los sectores más pobres de la sociedad ugandesa.

Las autoridades afirman que ambos impuestos servirán para elevar los ingresos y conseguir que el sistema fiscal ugandés sea más equitativo.