Twitter prohibirá todos los anuncios de naturaleza política, porque la publicación de anuncios que transmiten información falsa con miras a influir en los procesos electorales ha puesto a la red social en el punto de mira. La medida, no obstante, no llegará a tiempo para afectar en las eleciones generales españolas del 10 de noviembre.

Jack Dorsey, consejero delegado de Twitter, ha tuiteado que la prohibición entrará en vigor el día 22 de noviembre y ha añadido que el éxito del mensaje político debe “ganarse, no comprarse”. Ha añadido que su firma se había planteado prohibir tan solo la presencia de candidatos a la presidencia de Estados Unidos, pero que cambió de parecer por motivos de equidad.

Sí se permitirán anuncios que difundan información y directrices sobre cómo votar, por ejemplo relacionados con la inscripción de votantes.

Dorsey explica que “la publicidad en Internet tiene un poder extraordinario y una gran efectividad para los anunciantes comerciales, pero ese mismo poder introduce riesgos significativos en política, donde puede usarse para influir en votos que afectan a la vida de millones de individuos.” En evidente alusión a su rival Facebook, ha afirmado que no sería creíble que la firma declarara que no quiere contribuir a la propagación de información falsa y que después “si alguien nos paga para que seleccionemos usuarios y los obliguemos a ver un anuncio de naturaleza política… bueno… ¡entonces pueda decirles lo que le apetezca!”

A principios de octubre, Twitter reaccionó a las críticas que sufría por no haber hecho lo suficiente para bloquear o suspender mensajes de líderes mundiales que incumplen sus propias políticas.

Una decisión estúpida

Brad Parscale, director de campaña del presidente estadounidense Donald Trump, ha afirmado que dicha prohibición es “un nuevo intento de la izquierda de silenciar a Trump y a los conservadores”.

Ha calificado la medida como “una decisión estúpida” y ha declarado que Twitter “pierde con ello cientos de millones de dólares en potenciales ingresos”.

Bill Russo, subdirector de Comunicaciones del candidato presidencial estadounidense Joe Biden, afirma en una declaración remitida por correo electrónico a Reuters: “Vemos con buenos ojos que Twitter se avenga a impedir que en los anuncios de su plataforma aparezcan difamaciones ya refutadas, como ocurrió en la campaña de Trump”.

Como parte de dicha campaña se atacó sin prueba alguna a Biden por los negocios realizados por su hijo en Ucrania y China, dos áreas de tensión geopolítica para Estados Unidos.

Russo añade que “no sería deseable que la retirada de toda publicidad política apareciera como única opción viable para las firmas de redes sociales, pero una vez se plantea la elección entre la obtención de ingresos y la integridad de nuestra democracia, es reconfortante que por una vez los ingresos no hayan triunfado”.