Según The Wall Street Journal (WSJ), la firma Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) ha entablado conversaciones con la Junta de Desarrollo Económico de Singapur en busca de incentivos para establecer instalaciones de fabricación de chips, puesto que la empresa quiere combatir la escasez mundial de dicho producto mediante un incremento en la producción.

El mismo periódico informa de que las conversaciones preliminares se han centrado en una posible inversión de miles de millones de dólares en una planta con tecnologías de 7 nm y 28 nm.

WSJ cita una fuente que explica que el gobierno de Singapur quiere apuntalar el suministro de componentes clave.

Antes de mostrar interés por Singapur, TSMC ya había previsto abrir una nueva planta de producción en su país de origen, expandirse a Europa y Japón, y ampliar su presencia en Estados Unidos mediante una fábrica de 12.000 millones de dólares (más de 11.300 millones de euros).

El fabricante de chips prevé inversiones de capital entre 40.000 y 44.000 millones de dólares (entre 37.886 y 41.674 millones de euros, aproximadamente) a lo largo de 2022, frente a los 30.400 millones (unos 28.793 millones de euros) de 2021.

Ante la prolongada escasez de chips, TSMC pretende incrementar la producción, así como diversificarla geográficamente para evitar cuellos de botella y reducir su dependencia respecto a China como base de producción.