Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha alegado motivos de seguridad nacional para vetar la OPA hostil de Broadcom sobre Qualcomm por 142.000 millones de dólares (unos 115.000 millones de euros), con lo que se bloquea un acuerdo que habría sido el más importante en toda la historia del sector tecnológico. 

Trump ha emitido una orden presidencial sin precedentes, basada en una recomendación del CFIUS (Committee on Foreign Investment in the US, Comité para las Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos). 

Dicha orden declara que “existen pruebas creíbles que me llevan a creer que Broadcom, una sociedad de capital establecida de acuerdo con la legislación de Singapur, así como sus socios […] al ejercer el control sobre Qualcomm, podrían llevar a cabo acciones que pongan en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos”. 

Broadcom ha comunicado mediante una breve declaración que está estudiando la orden y “disiente rotundamente de que la propuesta de adquisición de Qualcomm pueda suscitar preocupaciones de ningún tipo acerca de la seguridad nacional”. 

Qualcomm explica en una declaración propia que ha recibido la orden de volver a convocar con la mayor prontitud una reunión anual de accionistas que se había pospuesto. Habida cuenta de que hay que notificar dichas reuniones con diez días de antelación, es probable que se celebre el 23 de marzo. La empresa informa de que los candidatos nominados por Broadcom para el consejo de administración de la empresa no podrán concurrir. 

En un primer momento, Broadcom había designado a 11 posibles miembros para el consejo de administración de Qualcomm, pero luego ha rebajado dicho número a seis. 

Problemas de seguridad 

Las autoridades estadounidenses temen que una adquisición dejaría en manos de China la iniciativa de desarrollo de la 5G. A principios de marzo, el CFIUS –que forma parte del Tesoro del Estado– ordenó una demora de 30 días en el voto de los accionistas de Qualcomm, porque aún investigaba la propuesta de acuerdo. 

El presidente ha promulgado su orden ejecutiva a pesar de que Broadcom había anunciado que tenía planes de acelerar su traslado de Singapur a los Estados Unidos, con el fin de apaciguar los temores que suscitaba la adquisición de Qualcomm. La empresa fabricante de chips habría trasladado su sede oficial a los Estados Unidos a finales de abril como muy tarde. Reuters informa de que Broadcom quería culminar el proceso el día 3 de abril, dos días antes de que Qualcomm celebrara la reunión de accionistas pospuesta. 

Hace poco, Broadcom se comprometió a transformar a los Estados Unidos en líder mundial en 5G y creó un fondo de 1.500 millones de dólares (unos 1.212 millones de euros) para formar ingenieros en las tecnologías del futuro, si su intento de adquisición de Qualcomm prosperaba. 

Broadcom realizó el primer movimiento para adquirir Qualcomm en noviembre de 2017, y desde entonces ha enmendado en varias ocasiones su propuesta, a tenor de la oposición que hallaba por parte de los directivos de Qualcomm. La última oferta fijaba el precio de la acción en 79 dólares (unos 64 euros).