Como parte de su estrategia para reducir deuda, Telefónica venderá hasta el 40% de Telxius, su filial de infraestructuras, a la firma de inversiones globales KKR Group.

La operadora española seguirá siendo el cliente principal de la infraestructura de torres y cables de Telxius. También conservará una participación mayoritaria en la firma, así como el control operativo de Telxius, y seguirá incluyéndola en sus cuentas.

Este mismo mes se había informado de que Telefónica quería vender una participación más grande, del 49%, por una cantidad no inferior a los 1.470 millones de euros, basada en la valoración que se realizó para la oferta pública inicial fallida de Telxius prevista para setiembre.

Según indica Telefónica en un comunicado, el acuerdo sitúa el valor empresarial de Telxius en los 3.700 millones de euros y confirma la valoración efectuada para el intento de salir a bolsa.

La venta forma parte de una estrategia para “optimizar la cartera de valores y la asignación del capital, y complementar el plan de la empresa para la reducción de la deuda orgánica”, cifrada en torno a 50.000 millones de euros.

Jesús Olmos, miembro y codirector mundial de Infraestructuras de KKR, además de director de la firma en España, afirma que la combinación del conocimiento de la industria por parte de Telefónica y del apoyo financiero y operativo de KKR contribuirá a que Telxius crezca y logre un incremento de escala.

El directivo expresa su confianza en que “el crecimiento desbocado de la demanda de datos móviles, impulsado por el crecimiento de 4K y de los contenidos de realidad virtual, así como la necesidad de infraestructuras de Internet fiables, ayudarán a impulsar un fuerte crecimiento del negocio”.

El acuerdo, todavía pendiente de la aprobación de los organismos reguladores, prevé la venta inicial de una participación del 24,8% por 790 millones de euros, así como la opción de adquirir y vender una participación adicional del 15,2% por un precio no inferior a 485 millones de euros.

Telxius posee y gestiona una cartera de 16.000 torres de telecomunicaciones repartidas por cinco países distintos. También opera una red internacional de 65.000 kilómetros de cables de fibra óptica submarinos. 31.000 kilómetros de dichos cables son de su propiedad.

Según Telefónica, ambas empresas se benefician del crecimiento en sus respectivos mercados base, porque el uso de datos móviles y la demanda de conectividad de Internet fiable crecen con rapidez, sobre todo en España y América Latina.