Según parece, Telefónica se halla en una fase avanzada de las negociaciones sobre una posible venta de sus filiales de México y América Central que le permitiría reducir sus deudas.

El Economista informa de que la firma quiere desprenderse de una parte o de la totalidad de dichos negocios, pero no quiere hacerlo por un precio demasiado bajo. El periódico cita valoraciones de los analistas que entienden que la filial mexicana se hallaría entre los 1.100 y los 1.900 millones de euros, mientras que su participación del 60% en la centroamericana valdría unos 760 millones de euros.

La filial centroamericana tiene presencia en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá. En el 2013, Telefónica vendió una participación del 40% a la Corporación Multi Inversiones (salvo en Costa Rica, donde conserva el 100%), también en el marco de su estrategia de reducción de la deuda.

Durante el primer semestre de 2018, las filiales centroamericanas generaron ingresos de 1.000 millones de euros e ingresos operativos de 218 millones de euros previos a la depreciación y amortización. La firma explica que su división mexicana “se ha visto afectada por los cambios en las regulaciones y por una mayor agresividad comercial en el mercado de prepago”.

No está claro lo que hará Telefónica con las otras divisiones de su actual filial Hispam Norte más allá de México y América Central (es decir, Colombia, Ecuador y Venezuela), si bien podría transferirlos a la división Hispam Sur, de mayores dimensiones, que abarca Argentina, Chile, Perú y Uruguay.

Hace algún tiempo que Telefónica trata de reducir su deuda por varios métodos. Dicha deuda se cifraba en 43.600 millones de euros al finalizar el segundo trimestre. En una teleconferencia reciente, su presidente José María Álvarez-Pallete afirmaba que “el balance general se ha reforzado, por lo que no necesitamos vender activos a cualquier precio, pero lo cierto es que revisaremos nuestra cartera siempre que parezca oportuno desde un punto de vista estratégico”.