Telefónica reclama la promulgación de una carta internacional de derechos digitales que proteja a los individuos, promueva prácticas comerciales responsables por parte de las plataformas multinacionales de internet y garantice que el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) y de la  internet de las cosas beneficie a toda la sociedad.

En una nueva edición del solemne Manifiesto por un Nuevo Pacto Digital, José María Álvarez-Pallete (en la foto), consejero delegado de Telefónica, esboza la necesidad de adoptar nuevas directrices de gran alcance, basadas en la colaboración entre el sector público y el privado.

Álvarez-Pallete afirma que “ahora es el momento de llegar a un nuevo acuerdo, un Nuevo Pacto digital que garantice que los importantes beneficios de un nuevo mundo cognitivo se encuentren al alcance de todos”.

El documento subraya la necesidad de trabajar sobre el impacto del desarrollo tecnológico sobre la vida de cada día. Por ejemplo, la recopilación de datos, el uso de la IA y los efectos de la automatización sobre los empleados de las empresas en las industrias afectadas.

Álvarez-Pallete añade que en esta nueva era las empresas y los países deberán “tratar de preservar la democracia y la humanidad, y garantizar que la tecnología mejore la vida de los individuos en todas las partes del mundo”.

Observa que “las empresas deben responsabilizarse del impacto de la tecnología sobre nuestra vida. Tendremos que modernizar nuestras políticas y normas para proteger la competencia equitativa y la innovación. Este manifiesto aspira a iniciar el debate sobre cómo lograr una digitalización centrada en los seres humanos.”

El manifiesto

El desarrollo del nuevo plan se ha dado a conocer cuatro años después del lanzamiento del primer Manifiesto Digital, que tenía como objetivo una internet abierta y segura.

El nuevo documento esboza una serie de medidas y objetivos tales como garantizar que la digitalización sea un proceso inclusivo, la adaptación de las políticas sociales y fiscales para asegurar que los ciudadanos se beneficien de lo digital (lo que implicaría el reciclaje de los trabajadores en los sectores afectados por la automatización), un sistema impositivo justo para las firmas digitales, la reforma de las normas de privacidad, el desarrollo de plataformas globales comprometidas con el progreso social, unas directrices éticas para la IA, y la creación de una carta internacional de derechos digitales.