Neville Ray (en la foto, a la izquierda), presidente de tecnología de T-Mobile US, ha advertido de que las operadoras estadounidenses que recurran a la compartición dinámica de espectro (conocida por las siglas inglesas DSS) para efectuar sus despliegues de 5G a lo largo de 2020 podrían verse en apuros, dado que dicha tecnología ha topado con una serie de demoras y retos.

La DSS es una funcionalidad de radio muy solicitada que permite a las operadoras compartir un determinado bloque de espectro entre 4G y 5G. Pero en la teleconferencia sobre los resultados del cuarto trimestre de 2019 realizada por T-Mobile, Ray ha destacado las demoras de los proveedores en la incorporación de funciones de DSS y ha observado que uno de los principales fabricantes de tecnología de radio sufre “un gran retraso”.

El directivo añade que las pruebas revelan problemas de pérdida de capacidad y explica que “cuando se despliega la DSS, esta parece devorar la capacidad neta de la radio compartida. Algunos de los primeros despliegues, soluciones alternativas y aspectos varios que hemos visto tienen efectos perniciosos y robarán capacidad con su mera puesta en marcha.”

Como era de esperar, el directivo afirma que T-Mobile dispone de espacio más que suficiente para seguir desplegando la cobertura de 5G en la banda baja gracias a su espectro de 600 MHz, mientras que otras operadoras como Verizon, que presuntamente recurrirán a la DSS para llevar la 5G a bandas más bajas, podrían verse en “serios aprietos”: “La DSS no les ofrecerá una ayuda sustancial”.

Cifras

Los beneficios netos de 751 millones de dólares (688 millones de euros) en el cuarto trimestre suponen un incremento del 17,3% respecto al año anterior, sobre una facturación de 11.900 millones de dólares (10.900 millones de euros), que representa un aumento interanual del 3,8%.

En la declaración de ganancias, T-Mobile celebra un incremento del 6,3% en los ingresos por servicios. Según la propia firma, les ha permitido alcanzar un récord de 8.700 millones de dólares (casi 8.000 millones de euros) en el mismo trimestre.

Las adiciones netas de clientes postpago superan los 1,3 millones, un millón de los cuales son clientes de teléfonos. Con todo, T-Mobile aún no ha logrado convertir a esos nuevos usuarios en una sólida fuente de ingresos. Los ingresos medios por usuario han descendido en un 1,1% hasta quedarse en 45,79 dólares (unos 42 euros). Las adiciones netas de clientes prepago han sido 77.000, frente a los 135.000 del cuarto trimestre de 2018, y los ingresos medios por usuario se mantienen “básicamente idénticos” en 38,54 dólares (unos 35 euros).

Los beneficios de todo el año alcanzan los 3.500 millones de dólares (más de 3.200 millones de euros), un 20,1% más que en 2018, y los ingresos han crecido en un 3,9% hasta situarse en 44.900 millones de dólares (más de 41.100 millones de euros). Los ingresos por servicios se han incrementado en un 6,3% y han generado 33.900 millones de dólares (unos 31.058 millones de euros) sobre dicho total.