La fiscalía sueca ha desistido, por falta de pruebas, de una investigación sobre presuntos pagos de sobornos realizados en China por empleados de Ericsson.

El Estado sueco emprendió una investigación sobre Ericsson en diciembre de 2019, poco después de que dicha firma acordara pagar un total de 1.100 millones de dólares (unos 1.060 millones de euros) para resolver los casos de corrupción presentados por el Departamento de Justicia y la Comisión de Seguridad e Intercambio de Estados Unidos.

Ericsson había reconocido ante las autoridades estadounidenses que pagó sobornos, falsificó registros y realizó otras actividades relacionadas con las anteriores en cinco países –Yibuti, China, Vietnam, Indonesia y Kuwait– en un período que va de 2000 a 2016.

Entonces, Suecia inició una investigación por posibles delitos de soborno efectuados por empleados de la empresa en el curso de sus actividades en Yibuti, Kuwait, Irak y China.
Sin embargo, el fiscal Leif Gorts ha explicado en una declaración que ha cerrado la investigación de China, tras cerrarse también las de Irak y Kuwait.

Un tribunal sueco ha absuelto a los empleados de la empresa de haber pagado sobornos en Yibuti, pero la fiscalía ha recurrido la decisión.

En cuanto a la investigación sobre China, la fiscalía ha declarado que, si bien se han efectuado pagos por valor de varios cientos de millones de coronas –decenas de millones de euros– durante un período que concluyó en 2016, “no está claro que se realizaran con mala fe”.