El día 23 de agosto, Elon Musk, ingeniero jefe de SpaceX, tuiteó en tono triunfal que su empresa de satélites Starlink ya había proporcionado 100.000 terminales de usuario a clientes de todo el mundo, y que el número de personas que han efectuado reservas o pedidos con la esperanza de acceder a su servicio de Internet es cinco veces mayor. Se espera que el servicio salga de la fase beta antes de finalizar el año.

Starlink ya ha lanzado casi 2.000 satélites en órbita terrestre baja (LEO por sus siglas en inglés), menos del 5% del total que tiene previsto poner en órbita. Los astrónomos se quejan de que Musk está ensuciando el cielo, pero es probable que esa sea la menor de sus preocupaciones.

Algunas de las principales firmas de tecnología y telecomunicaciones toman posiciones contra Starlink y es probable que las operadoras de redes móviles se vean afectadas por ello.

Tanto Jeff Bezos, fundador de Amazon, como Michael Dell, fundador de Dell Technologies, y Charlie Ergen, presidente de Dish Network, presionan a la FCC (siglas inglesas de Comisión Federal de Comunicaciones, el organismo regulador estadounidense) para que ponga límites al crecimiento de Starlink.

Amazon trata de lanzar su propio servicio de satélites LEO, Kuiper.

En agosto, un abogado que representa a Kuiper exhortó a la FCC a rechazar una solicitud de SpaceX para evaluar dos posibles configuraciones aplicables a las futuras constelaciones de satélites de Starlink. Kuiper alega que la indecisión de Starlink supondrá un trabajo extra para las operadoras de redes, que deberían evaluar las posibles interferencias de las dos configuraciones.

La queja de Kuiper se produjo apenas unas semanas después de que un grupo de consultores especializados en comunicaciones por satélite declarara a la FCC que no prevé ningún problema en el caso de que las operadoras de redes 5G compartan la banda de espectro de 12 GHz que Starlink utiliza para transmisiones de enlace descendente en Estados Unidos. La empresa que encargó el estudio es RS Access, propietaria de una gran parte del correspondiente espectro.

Entre los inversores de RS Access se encuentra MSD Capital, una empresa de gestión de capitales fundada por Michael Dell.

Dell Technologies abrió una división de negocio en sistemas de telecomunicaciones en 2020 y ha puesto en marcha un laboratorio de innovación 5G en 2021. La empresa ya está suministrando tecnologías de RAN abierta a Vodafone UK y Dish Network.

Dish Network posee más espectro de 12 GHz que ninguna otra empresa estadounidense y está interesada en usar dicha banda en 5G. Ergen ha instado repetidamente a la FCC a que permita el uso terrestre de la banda, es decir, las comunicaciones por redes móviles.

Conflicto por el espectro
A principios de 2021, la FCC abrió una consulta pública sobre la probabilidad de que la banda de 12 GHz soportara “una asignación móvil terrestre nueva o ampliada” sin “causar interferencias que perjudiquen a los licenciatarios titulares”.

Uno de dichos titulares es SpaceX, que siempre ha defendido que la banda no puede compartirse con las operadoras de telefonía móvil.

En una réplica reciente al estudio promovido por RS Access, SpaceX informa a la FCC de que su objetivo es ofrecer un servicio de Internet por satélite en zonas urbanas, donde se concentrarán las transmisiones de la red 5G. Esto pondría a Starlink en competencia directa con operadoras móviles y proveedores de servicios de Internet.

William Ho, analista principal de 556 Ventures, prevé que se difuminen las líneas que separan los servicios ofrecidos por los proveedores de líneas fijas, móviles y por satélite. “Todo el mundo trabajará en un mismo terreno”.

Ho considera que otro de los campos de batalla será la conectividad de Internet de las Cosas (IoT). Las operadoras de telefonía móvil aspiran a que la IoT aporte importantes flujos de ingresos a la 5G, y Musk también está entrando en ese sector. SpaceX ha adquirido recientemente Swarm, una firma de Silicon Valley que utiliza satélites diminutos para conectar contadores y máquinas a Internet.

Con el paso del tiempo, Starlink podría llegar a competir directamente con las operadoras de telefonía móvil en más de un mercado. Pero al menos por ahora, Musk posiciona el servicio como complementario al de las redes móviles.

En el MWC21 de Barcelona, Musk (en la foto, a la izquierda) declaró que Starlink serviría para “rellenar los huecos entre la 5G y la fibra”. El directivo ha dejado claro que una de las grandes fisuras se halla en las zonas rurales de Estados Unidos, donde ha posicionado el servicio como una manera de proporcionar banda ancha de alta velocidad a personas que de otro modo no podrían disponer de ella.

En la granja
SpaceX es una de las firmas a las que se ha concedido financiación a través del Fondo de Oportunidades Digitales Rurales (siglas inglesas RDOF) de la FCC. Dicha entidad ha realizado las adjudicaciones mediante una subasta inversa, en la que los licitadores proponen las cantidades necesarias para cubrir determinadas zonas. SpaceX ha recibido 885 millones de dólares (casi 750 millones de euros) a cambio de comprometerse a proporcionar banda ancha a 642.925 hogares y empresas rurales de 35 Estados del país norteamericano.
La empresa se ha comprometido a proporcionar un servicio de banda ancha a velocidades de al menos 100 Mbps de bajada y 20 Mbps de subida, con latencias de ida y vuelta iguales o inferiores a 100 milisegundos.

Los datos más recientes de Ookla muestran que la velocidad media alcanzada por Starlink en Estados Unidos durante el segundo trimestre de 2021 ha sido de 97,23 Mbps en el enlace descendente y 13,89 Mbps en el ascendente. La latencia media se cifraba en 45 milisegundos.

Ho, de 556 Ventures, ha explicado que Starlink necesita datos sólidos en términos de velocidad y latencia, para demostrar a la FCC que puede alcanzar el rendimiento prometido.

Con todo, una parte de los 885 millones de dólares adjudicados a SpaceX por el RDOF ya está en peligro.

A finales de julio, la FCC explicó que había concedido inadvertidamente a SpaceX y otras empresas fondos destinados a construir infraestructuras en lugares donde, de hecho, ya las tienen. El organismo propone a los ganadores de la subasta que anulen las ofertas que hicieron para cubrir zonas que se ha visto que disponen de un servicio de banda ancha adecuado.

Está claro que SpaceX planea lanzar miles de nuevos satélites, con o sin financiación del RDOF. Puede que Musk no necesite el dinero de la FCC, pero sin duda considera necesario que el organismo regulador le garantice que Starlink podrá seguir utilizando el espectro de 12 GHz sin interferencias de las operadoras de telefonía móvil.

Por ello, Musk tiene que convencer a los reguladores de que Starlink puede proporcionar una banda ancha rápida y fiable a gran escala en zonas rurales de Estados Unidos.

Si la FCC se decide por reservar la banda de 12 GHz a las firmas que la ocupan en estos momentos, no será el único organismo de este tipo que apoya el servicio de Internet suministrado por satélites LEO.

El gobierno de Canadá acaba de anunciar que invertirá 1.400 millones de dólares canadienses (unos 937 millones de euros) en Telesat Lightspeed para ayudar a la red de satélites LEO de dicha firma a prestar servicios móviles y de banda ancha en todo el país. Por su parte, el gobierno del Reino Unido ha invertido en OneWeb.

En los próximos meses, los miembros de la FCC podrían verse obligados a decidir entre apoyar el esfuerzo de Starlink para reducir la brecha digital o liberar más espectro para 5G. Aparentemente, la lucha por la banda de espectro de 12 GHz crea un conflicto entre dos de las principales prioridades de la Comisión, y el hecho de que algunos de los líderes empresariales estadounidenses proclives a expresarse con mayor franqueza se hallen en bandos opuestos complica todavía más el debate.

Por el momento, Elon Musk parece estar en el punto de mira de todos los bandos. Pero quizás el multimillonario cuente con aliados que aún no han salido a la palestra. En el MWC21 de Barcelona, Musk anunció que Starlink cuenta con dos alianzas “bastante importantes” con operadoras de telefonía móvil, que seguramente se darán a conocer durante los próximos meses.

Aunque las cosas no le salgan como él querría en Estados Unidos, es casi seguro que Musk continuará con la expansión de Starlink en todo el mundo. Y es probable que persista en posicionar el servicio como una manera de conectar a los desconectados, porque ya está demostrando su capacidad de hacerlo.

Starlink también está demostrando su capacidad para granjearse una oposición virulenta ente sus rivales y esto podría ser el mejor indicador de su potencial.