SoftBank ha anunciado un acuerdo para adquirir ARM que sitúa la valoración de la empresa británica de diseño de chips alrededor de los 24.300 millones de libras esterlinas (unos 29.000 millones de euros). La firma japonesa afirma que la operación le permitirá capturar “la oportunidad de la internet de las cosas”).

A través de un comunicado, ARM también ha indicado que SoftBank “se ha comprometido a duplicar por lo menos la plantilla de la empresa en el Reino Unido y a ampliarla fuera de él” a lo largo de los cinco próximos años. También tiene intención de mantener la organización, el equipo directivo y el modelo de negocio de ARM, basado este último en las alianzas.

La oferta de SoftBank representa una prima del 43% respecto a la cotización de las acciones de ARM al cierre de la sesión del 15 de julio -la última jornada antes del anuncio- y un 69% superior a su cotización media ponderada durante los tres meses anteriores. También es un 41% más elevada que el precio más alto jamás alcanzado por las acciones de ARM a lo largo de toda su historia.

“SoftBank llega a ARM para invertir en ella, apoyar a su equipo directivo, acelerar su estrategia y favorecer que materialice todo su potencial más allá de lo que sería posible para una empresa que cotiza en bolsa”, ha declarado Masayoshi Son, el presidente y consejero delegado de SoftBank. “Ésta es una de las adquisiciones más importantes que hemos llevado a cabo hasta la fecha, y espero que ARM se constituya en un pilar fundamental de la estrategia de crecimiento de SoftBank de ahora en adelante”.

Inquietud de los accionistas
La compra tiene lugar en un momento interesante para SoftBank. Algunos de sus accionistas han manifestado intranquilidad por determinadas adquisiciones anteriores (efectuadas bajo los auspicios de Nikesh Arora, presidente y director de operaciones hasta hace poco), y la compañía también se ha desprendido de diversas participaciones en Supercell, GungHo Online Entertainment y Alibaba.

Si bien los observadores esperaban que los ingresos así obtenidos se dedicasen a amortizar deuda, está claro que Son piensa en Softbank a largo plazo, especialmente ahora que ha retrasado sus planes de retirarse.

Pero la empresa aún se enfrenta a su mayor desafío, el de darle la vuelta a la operadora norteamericana Sprint. Si bien la reputación de Sprint es de acentuar los aspectos positivos, y puede presumir de unos cuantos, todavía no ha pasado lo peor, y el mercado de telecomunicaciones en EEUU no está perdiendo competitividad precisamente.

El Wall Street Journal destaca que si bien ARM volverá a incrementar la deuda de Softbank, al menos la empresa británica de chips está generando ingresos en efectivo.

Un valor enorme
Para ARM, la operación de SoftBank indica que aprecia un valor significativo en su negocio. El precio ofertado multiplica por 20 los ingresos estimados de 2016 (y por 24 los de 2015) y si bien el mercado de los móviles (en el que la posición de ARM está a salvo) ha dejado de crecer como antaño, la firma ha estado invirtiendo para beneficiarse del crecimiento de la internet de las cosas.

“ARM es una empresa extraordinaria con un historial excepcional de crecimiento. El consejo de administración considera que teniendo a disposición los recursos que ofrece SoftBank, ARM podrá acelerar todavía más el uso de la tecnología de ARM allí donde se produzca cualquier tipo de computación”, ha declarado Stuart Chambers, presidente de ARM.

ARM ha indicado que la operación de compra no está sujeta a ningún condicionante antimonopolístico ni regulatorio.
SoftBank pagará el importe acordado con fondos propios en efectivo y con un préstamo del Mizuho Bank.