La firma Semiconductor Manufacturing International Corp (SMIC), con sede en China, mantiene su optimismo respecto al 2021, a pesar de su insuficiente capacidad de producción de chips avanzados y de las restricciones impuestas por Estados Unidos a sus proveedores.

En una teleconferencia sobre resultados, la empresa ha pronosticado para 2021 un crecimiento de ingresos de un dígito medio-alto, pero Gao Yonggang, director de Finanzas, ha declarado que dicha previsión presupone que las sanciones estadounidenses no tendrán un impacto significativo en la continuidad de las operaciones.

El directivo también ha afirmado que, de no ser por las sanciones, las previsiones habrían estado a la par con el crecimiento de 2020.

Ha señalado que la capacidad de fundición de chips de su firma es insuficiente, mientras que la demanda de procesadores avanzados que recibe es elevada, y ha apuntado que su capacidad de producción de ciertos chips seguirá “totalmente saturada” durante algunos trimestres.

Gao prevé que los ingresos aumenten en un 14% interanual hasta 2.100 millones de dólares (unos 1.744 millones de euros) en el primer semestre.

Zhao Haijun, consejero delegado conjunto, ha afirmado que, si bien la empresa sigue ampliando su capacidad de producción con el fin de satisfacer la demanda, los plazos de entrega del equipamiento de fabricación son más largos, por lo que este no se instalará hasta el segundo semestre y no contribuirá a los ingresos hasta 2022.

Los beneficios netos casi se han triplicado de un año a otro. Se han situado en 257 millones de dólares (unos 213 millones de euros) durante el cuarto trimestre de 2020, mientras que los ingresos han aumentado un 16,9% hasta los 981 millones de dólares (unos 814 millones de euros). Los chips para smartphones suponen el 36,7% de los mismos.

La empresa ha destinado 4.300 millones de dólares (unos 3.570 millones de euros) a inversiones en bienes de capital para 2021, frente a los 5.700 millones de dólares (unos 4.732 millones de euros) de 2020.