Skype ha perdido la apelación que presentó contra la multa de 30.000 euros que le fue impuesta en Bélgica por negarse a cumplir una orden judicial emitida en 2012 que le exigía la entrega de los datos relativos a un usuario que figuraba como sospechoso en una investigación criminal.

La multa se impuso en 2016, pero Skype, propiedad de Microsoft, afirma que el acceso a los datos era técnicamente imposible cuando se presentó la orden original.

El juez de un tribunal de apelación de Amberes afirma que Skype actúa como operadora de telecomunicaciones en Bélgica y que, por lo tanto, está sujeta a la ley belga que le obliga a facilitar los datos.

Skype niega que se le pueda otorgar la consideración de operadora de telecomunicaciones, porque Microsoft no dispone de infraestructura ni de empleados de Skype en Bélgica. Con todo, el dictamen del tribunal de apelación afirma que Skype es, “sin discusión alguna”, una empresa operadora de telecomunicaciones, y mantiene la pena.

El periódico neerlandés Het Nieuwsblad publica una cita de la resolución judicial: “Una operadora o proveedor de servicios que atiende a consumidores belgas dentro del mercado económico belga tiene que cumplir los reglamentos belgas y organizarse de tal manera que pueda satisfacer con facilidad las exigencias del tribunal.”

Un representante de Microsoft afirma que la empresa está estudiando otras opciones legales.