Sigfox anuncia que se ha visto obligada a solicitar concurso de acreedores en Francia, debido a que las dificultades financieras relacionadas con la pandemia de Covid-19 han provocado un frenazo de su actividad comercial.

La firma, especializada en Internet de las Cosas, ha confirmado a Mobile World Live la noticia, publicada por el periódico francés Le Figaro, de que un tribunal supervisará dicho concurso de acreedores durante seis meses.

Sigfox pretende poner en marcha un plan de venta de activos y ha declarado que está buscando compradores para asegurar su futuro a largo plazo y proteger sus puestos de trabajo.

Ha explicado que la legislación francesa le permite continuar con sus actividades comerciales mientras busca nuevos propietarios.

Desaceleración
Sigfox afirma que el ciclo de adopción de su tecnología ha sido “más lento de lo esperado” y que el “sector de Internet de las Cosas ha sufrido por la pandemia de Covid-19”.

Según la empresa, esto ha provocado una ralentización de la actividad durante los dos últimos años y ha perjudicado al mercado de la electrónica. Como consecuencia, la situación financiera y el nivel de endeudamiento de la empresa han empeorado.

Sigfox apuesta por una red de Internet de las Cosas con tecnología no sujeta a licencia, en competencia con opciones como LTE-M y NB-IoT que sí se hallan bajo licencia. En España presta servicio mediante torres de Cellnex, y su cliente principal es la firma de alarmas Securitas Direct.

La empresa sufrió un duro golpe a principios de 2021, cuando Ludovic Le Moan, uno de sus fundadores, abandonó el puesto de consejero delegado tras ocuparlo durante más de una década, sin que se dieran a conocer los motivos. Fue sustituido por Jeremy Prince, presidente de la filial estadounidense.

Sigfox albergaba grandes ambiciones. Preveía que 1.000 millones de dispositivos estarían conectados a su red en 2023 y se había propuesto una gran expansión en China, India y Rusia.

Sin embargo, parece hallarse muy lejos de tales metas. Según sus propias afirmaciones, cuenta en la actualidad con unos 20 millones de “objetos” registrados conectados a su red, que procesan 80 millones de mensajes al día.