A medida que los países de todo el mundo aligeran las restricciones impuestas a consumidores y empresas con motivo de la pandemia, se hace evidente que las operadoras y los fabricantes de smartphones se hallan en un panorama económico que se ha transformado de manera radical. La Covid-19 (nuevo coronavirus) ha conmocionado todos los sectores de la economía, y si bien la industria de telecomunicaciones ha logrado aislarse mejor que otras, es inevitable que note los efectos de la contracción del 3% del PIB mundial que el FMI predice para 2020.

Las operadoras y los fabricantes de smartphones se enfrentan a la doble amenaza de una grave recesión mundial y de una prolongada caída del comercio minorista tradicional, responsable de la venta de la mayoría de los teléfonos antes de la pandemia.

A pesar de la mala situación económica, los fabricantes de smartphones han recibido algunas buenas noticias. En el nivel más básico, las medidas de confinamiento han demostrado que los dispositivos móviles tienen una importancia clave en todo, desde la realización de transacciones comerciales a distancia hasta el mantenimiento de la conexión con amigos y familiares para evitar el aislamiento social.

Además, hay al menos otras dos notas positivas que deberían ayudar a la industria en este año:

  • A pesar de las demoras, muchos países han sacado adelante los despliegues de 5G previstos para 2020. El despliegue de las nuevas redes debería ser una bendición para las firmas que producen smartphones, porque con ellas se abre un período en el que las operadoras deberían ser más propensas a firmar contratos con nuevos fabricantes y modificar su lista de proveedores.
  • Si bien las tiendas físicas que venden smartphones al pormenor se enfrentarán a tremendos desafíos a causa de la pandemia, las operadoras y fabricantes han pasado años desarrollando sólidos canales de venta en línea que pueden cubrir los huecos en el comercio minorista tradicional.

Por todo ello, entendemos que los smartphones van a pasar por un período difícil, al igual que la mayoría de los productos de consumo, pero al mismo tiempo pensamos que los continuos despliegues de 5G y el mayor peso de los canales digitales de venta al público ofrecen esperanza y constituyen un salvavidas que ayudará a la industria a sobrellevar la turbulencia económica que se avecina.

Nuevos lanzamientos, nuevas oportunidades

En los peores momentos de la pandemia, las operadoras han seguido adelante con la preparación de la era 5G. En mayo, con las medidas de confinamiento vigentes en gran parte de Europa, Oppo y Vodafone anunciaron un acuerdo para ofrecer teléfonos Opp 5G a clientes de todo el continente. Tales medidas no se aplican solo en Europa. En una encuesta reciente, el 81% de las operadoras de todo el mundo indican que prevén introducir cambios en su lista de proveedores de teléfonos inteligentes en 2020.

¿Y cuál es el factor que consideran más importante al agregar un nuevo fabricante? La compatibilidad con la 5G (ver gráfico a la derecha, hacer clic para ampliar). El acuerdo entre Oppo y Vodafone es el ejemplo perfecto de lo que muchas operadoras querrán hacer a medida que la 5G cobre presencia: añadir un proveedor que ofrezca una gama completa de teléfonos 5G, disponibles por una variedad de precios económicos.

Y seguramente el precio de los teléfonos es ahora más importante que antes de la pandemia, cuando se realizó la encuesta. Con millones de desempleados y países que se enfrentan a una situación económica muy dura, podemos prever que muchos consumidores renunciarán en un futuro inmediato a cambiar de dispositivo con frecuencia anual, o bianual, si con ello solo consiguen pequeñas mejoras respecto al modelo anterior. Las operadoras encuestadas opinan que no serán las actualizaciones incrementales, sino la disponibilidad de la tecnología de redes 5G, lo que impulsará a los consumidores a invertir en un nuevo smartphone. Por supuesto que las operadoras preferirán a los fabricantes que ya dispongan de una gama de teléfonos 5G asequibles, lo que supondrá un grave problema para las demás.

Samsung es la única de las tres mayores marcas mundiales de smartphones que está bien posicionada para triunfar en ese panorama emergente en el que las operadoras buscan por encima de todo la compatibilidad con la 5G. Las demás tendrán que superar importantes retos:

  • Apple aún no ha lanzado un iPhone 5G y no está nada claro que vaya a hacerlo este año.
  • Debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, los teléfonos de Huawei no están provistos del repertorio completo de aplicaciones de Google, lo que supone una importante desventaja en términos de competencia.

Tal como explicamos en un nuevo informe, estas circunstancias crean cierto margen de maniobra para actores de menor tamaño. Estos pueden atraer a las operadoras a nuevos acuerdos de distribución, si logran diferenciarse por la 5G o por el factor de precio, cada vez más importante.

Un movimiento sísmico en la estrategia de distribución

Las operadoras y fabricantes apuestan fuerte por los teléfonos 5G frente a la recesión económica prevista. Pero al mismo tiempo deben prepararse para una amenaza que pende sobre su mayor canal de ventas de smartphones, los grandes comercios minoristas. La degradación de la economía y la implantación de medidas de distanciamiento social posteriores al confinamiento suponen una grave amenaza para las tiendas físicas.

Antes del confinamiento, las operadoras habían informado de que la mayoría (52%) de sus smartphones se vendían en tiendas, pero también preveían un mayor crecimiento de las ventas por internet durante los dos años siguientes. Como ya hemos visto, la pandemia ha concentrado en unos pocos meses un desarrollo previsto para varios años de acuerdo con las tendencias del sector, y como los minoristas se enfrentan a graves problemas, podemos suponer que las ventas en línea superarán en breve a las que se realizan en tiendas. De hecho, AT&T en Estados Unidos y Virgin Media en el Reino Unido han anunciado que cerrarán algunas, o todas sus tiendas a causa de la pandemia.

Al tratarse de un sector en el que se suele considerar que las “sensaciones” derivadas del contacto físico con el dispositivo influyen en las compras, el rápido desplazamiento hacia las ventas por internet podrían complicar aún más la situación de los fabricantes de smartphones, ya difícil de por sí. Los fabricantes con canales de venta en línea sólidos y establecidos, con acceso directo al consumidor, están obviamente mejor posicionados para la nueva situación, y tal vez asistamos a la llegada de nuevas estrategias de marketing, a medida que los fabricantes tratan de reorganizarse a medio y largo plazo en torno a los canales en línea. Pero al menos a corto plazo, las operadoras parecen dispuestas a confiar en sus redes 5G, nuevas y más veloces, como medio para despertar interés por sus nuevos teléfonos. Así, los fabricantes de smartphones tendrán que esforzarse para mantener la colaboración con las operadoras y maximizar las posibilidades de forjar nuevas alianzas.

El camino que tienen que seguir los fabricantes

Los fabricantes que quieran triunfar en el período que se abre después del confinamiento tendrán que adaptarse a la concentración de las operadoras en sus redes 5G y a la menor importancia de la venta en comercios físicos minoristas. Pero ¿qué pueden hacer los fabricantes de smartphones para enfrentarse con éxito a dichos retos?

Un paso importante para los fabricantes consiste en entender los planes de las operadoras para promover la adopción de la 5G y adaptar sus mensajes a ellos. Así, por ejemplo, pueden hacer hincapié en la importancia de los nuevos teléfonos para favorecer la transición a la 5G entre los consumidores. Según la investigación, un nuevo teléfono 5G puede elevar la intención de compra en un 10% en siete de los mercados que han lanzado o lanzarán 5G en 2020. Una de las claves que guiarán a los fabricantes en la búsqueda de nuevas alianzas estratégicas con las operadoras para prosperar en el nuevo panorama económico es el conocimiento de las actitudes de sus clientes frente a la 5G.

Las marcas interesadas en fomentar la transición hacia la venta por internet también pueden cambiar el uso de los recursos que hasta ahora destinaban a marketing conjunto con las operadoras y utilizarlos en la promoción de la venta de dispositivos mediante canales digitales y redes sociales. Así pueden suavizar la transición y evitar una disminución precipitada en las ventas de dispositivos.

Gracias a dichas estrategias, los fabricantes podrán adaptarse a los retos de la pandemia. También generarán beneficios a largo plazo tanto para las operadoras como para los fabricantes, porque es probable que la situación actual se prolongue. La preparación de la nueva normalidad es importante y necesaria para la industria, si esta quiere aguantar bien los tiempos turbulentos que se avecinan y entrar confiadamente en la siguiente fase de la era de la 5G.

– Jason Reed – analista principal, Consumidor de Productos Digitales, GSMA Intelligence

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