Analysys Mason pronostica que el mercado de operadoras de telecomunicaciones será uno de los que saldrá más airoso de los problemas derivados de la pandemia de Covid-19 (nuevo coronavirus), si bien padecerá una disminución del 3,4% en los ingresos de 2020.

La firma de investigadores cuenta con que los ingresos provenientes de las telecomunicaciones en general disminuyan a lo largo del año, pero señala que será un fenómeno relativamente efímero y pronostica que en 2021 empezará una recuperación marginal del 0,8%.

Antes de la pandemia, las previsiones de Analysys Mason para 2020 cifraban el crecimiento en un 0,7%.

La disminución de los ingresos en 2020 se debería a un gran aumento del desempleo y al cierre de empresas, así como a fallos económicos de carácter más general que provocarán caídas bruscas en los ingresos por servicios empresariales.

Con todo, los analistas explican en un informe que el impacto se verá compensado por los servicios a los consumidores, que suponen la mayoría de los ingresos de las operadoras y mostrarán “el mayor nivel de resistencia durante la recesión”.

Limitar el impacto

Analysys Mason añade que a partir de ahora las operadoras deberían poder limitar el impacto de la situación sobre la rentabilidad, y si bien es probable que las inversiones de capital de 2020 disminuyan debido a los impedimentos en la construcción y en las cadenas de suministro, los márgenes de EBITDA no se verán muy afectados.

Rupert Wood, director de investigación y coautor del informe, espera que la industria se mantenga saludable a pesar de la delicada situación, y entiende que “debería realizar algunas de las inversiones más fuertes que tendrán lugar después de la crisis”, con un flujo de caja que se mantenga resistente. Cuenta con que los gobiernos presten una especial atención a la “5G y a la fibra en los paquetes de estímulo”.

Si bien el informe arroja algunos resultados positivos para la industria, Analysys Mason entiende que las operadoras de las economías desarrolladas son las que más sufrirán y pronostica que los ingresos “perdidos” ascenderán a 40.000 millones de dólares (unos 36.800 millones de euros) anuales en 2020 y 2021.