La división de telefonía móvil de Samsung ha registrado incrementos en los ingresos y ganancias del primer trimestre. Pero la empresa insiste en que la escasez de componentes puede tener en el trimestre actual un impacto negativo sobre la disponibilidad de los modelos emblemáticos y sobre los beneficios.

Kim Sung-Koo, vicepresidente de la División de Comunicaciones Móviles, ha declarado en una teleconferencia sobre resultados que Samsung trabaja para minimizar el impacto de dicha escasez reequilibrando su capacidad de gestión de la cadena global de aprovisionamiento. Ha señalado que se prevé una aceleración de las ventas de la recién introducida serie Galaxy A, gracias a una sólida demanda de tabletas y ponibles.

La firma prevé que el mercado de telefonía móvil volverá a los niveles previos a la pandemia de Covid-19 a lo largo del segundo semestre de 2021, impulsado por la gradual recuperación económica y por la expansión del mercado de 5G.

Los beneficios operativos de su división de tecnologías de la información y comunicaciones móviles ha crecido en un 65,7% interanual hasta los 4,39 billones de wons surcoreanos (casi 3.250 millones de euros), lo que supone el 46,8% del total de beneficios operativos de Samsung, frente al 41,2% del primer trimestre de 2020. Los ingresos se han incrementado en un 12,3% hasta situarse en 29,2 billones de wons surcoreanos (más de 21.600 millones de euros).

Kim explica que el crecimiento se ha visto impulsado por la fuerte demanda de la serie Galaxy S21 de dispositivos emblemáticos, así como por las sólidas y continuadas ventas de la serie Galaxy A para el mercado más masivo.

El negocio de redes conserva un fuerte rendimiento, porque los despliegues de redes 5G han continuado en todo el mundo.

Los beneficios netos del grupo, cifrados en 7,14 billones de wons surcoreanos (casi 5.300 millones de euros), han establecido en el primer trimestre un récord que supone un incremento del 46,4%. Los ingresos han sido de 65,4 billones de wons surcoreanos (unos 48.400 millones de euros), con un crecimiento de un 18,2%. Las ventas de smartphones y productos electrónicos de consumo han compensado los menores ingresos obtenidos por la división de semiconductores y pantallas.