EN DIRECTO DESDE GSMA MOBILE 360 LATIN AMERICA, BOGOTÁ. Silvio Pegado, director de desarrollo del negocio de mensajería de Google en América Latina, ha asegurado que RCS tiene la oportunidad de convertirse en “la nueva manera de conectar a las personas con las marcas”, a partir de los nuevos datos aportados por la GSMA sobre la adopción del servicio.

Aunque el uso creciente de los servicios de mensajería como WhatsApp se ha llevado por delante una parte del negocio de SMS de las operadoras, Pegado afirma que “no es cierto” que los SMS hayan muerto. En lugar de ello, se han convertido en un mecanismo que las marcas utilizan para comunicarse con sus clientes.

“Si observas tu bandeja de entrada ves que hay mucha actividad de conversación con las marcas. Estamos acostumbrados a recibir mensajes: cuando el banco o la empresa de tarjetas de crédito nos notifican algo, cuando vamos a viajar en avión y recibimos la tarjeta de embarque por SMS”, recuerda.

Si bien los SMS ofrecen un gran alcance a las empresas, sus posibilidades son limitadas. En cambio, RCS amplía las funciones a los chats de grupo y al envío de fotos de alta resolución y de ficheros entre varias personas, sin tener que instalar ninguna aplicación específica.

Según Pegado, “en América Latina especialmente hay un problema: los teléfonos con Android son de gama baja y tienen poca capacidad de almacenamiento de datos. Ésta es tan valiosa para el usuario que las aplicaciones que se utilizan poco acaban siendo desinstaladas, de modo que la marca pierde un canal de conversación”.

Jeff Michaud, vicepresidente de ventas de 3Cinteractive, considera que RSC contribuirá a cerrar la brecha que hay entre la experiencia de los SMS y la de las aplicaciones, que presenta una diferencia muy acusada en cuanto a la riqueza de las funciones posibles: “cuando analizas el uso al cabo de 90 días observas que el uso de aplicaciones de comercios y marcas decae muy rápidamente, mientras que la adopción de los SMS se mantiene muy alta: entre nuestra base de clientes, el 90% de los consumidores permanecen en los programas de SMS en los que se dieron de alta”, asegura.

Además de las funciones, RCS ofrece a las marcas la posibilidad de controlar sus campañas, sin tener que implicar a socios que pueden tener motivaciones distintas a las suyas.

David O’Byrne, director del proyecto de comunicaciones IP de la GSMA, ha afirmado que “en pocas palabras, a los bancos les costará utilizar un servicio OTT para enviar mensajes a sus clientes. ¿Por qué? Pues porque los servicios OTT quieren conservar toda la información, todos los metadatos, y utilizarla para segmentar su publicidad. Quieren usarlos para ofrecer los mismos servicios a otros clientes. Y los bancos, en particular, no pueden permitírselo debido a la regulación y a las buenas prácticas empresariales”.

“En cambio, las operadoras no tienen ningún interés en capturar dichos datos. Lo que les interesa es prestar servicios de comunicaciones. Por eso a las operadoras se les abre una buena oportunidad de negocio en el uso de RCS para la mensajería entre aplicaciones y personas”.

Según Michaud, “ofrecer SMS a los responsables de marketing de las marcas no es nada sexy, no les emociona en absoluto pese a lo efectivos que son. Con RCS es diferente, estamos recibiendo mucha atención, las marcas están respondiendo muy bien”.

La adopción de RCS
O’Byrne explica que “hay 50 redes de RCS ya en funcionamiento o a punto de ser lanzadas, con más de 140 millones de usuarios activos mensuales. Compárenlo con los 30 millones que teníamos hace un año. El crecimiento ha sido increíblemente rápido”.

El directivo también ha expresado sus grandes ambiciones de cara al futuro: “esperamos alcanzar los 250 millones de usuarios a mediados del año próximo y los 1.000 millones a comienzos de 2019. Y si ahora somos la séptima mayor plataforma de mensajería por número de usuarios, a mediados de 2018 seremos la cuarta y cuando comience 2019 la primera”.

“Éstas son nuestras ambiciones: que en el futuro, cada dispositivo compatible con SMS tenga también RCS”, concluye.