Qualcomm ha lanzado un feroz ataque contra el intento de Broadcom por hacerse con el control de la empresa, ha rechazado los candidatos presentados por esta última para el consejo de administración, ha subrayado la aparente falta de progresos en los tratos con los organismos reguladores y ha señalado los problemas de seguridad nacional que podrían darse en los Estados Unidos.

En una carta remitida a los accionistas en previsión de las elecciones al consejo de administración, que tendrá lugar en marzo, Qualcomm ha rechazado a los 11 directivos propuestos por Broadcom para dicho consejo, por entender que carecen de la experiencia necesaria, y ha criticado al posible comprador por no haber iniciado el proceso de aprobación en “la mayoría de países”.

También ha desmentido la afirmación de que los clientes de Qualcomm verían con buenos ojos un acuerdo, y duda que se pueda lograr la aprobación final según el calendario de 12 meses que se especificaba en la propuesta original de Broadcom, en el caso de que se autorice la transacción.

Una declaración de Qualcomm afirma que los recientes comentarios de Broadcom sobre el amplio apoyo que hallaría el acuerdo “carecen de credibilidad” y observa que “ningún cliente de Qualcomm ha respaldado públicamente la oferta de Broadcom”.

Dicha declaración también afirma que la oposición de los clientes ejercería una influencia significativa sobre los organismos reguladores antimonopolio de los Estados Unidos, que ya han empezado a estudiar la propuesta de transacción, a pesar del rechazo que halló la oferta récord de 130.000 millones de dólares (unos 105.000 millones de euros).

El largo alegato también hace referencia a los 12 meses que Broadcom necesitó para lograr que se aprobara su propuesta de adquisición de Brocade, que por fin se efectuó en noviembre del 2017. Qualcomm afirma que dicha transacción era mucho más sencilla, pero también resultó mucho más difícil de lo que Broadcom había previsto en un primer momento.

Inversiones en el extranjero

Lo más probable es que la adquisición de Qualcomm requiera la aprobación del Comité para las Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos (Committe on Foreign Investment in the United States, CIFUS), además de otras autoridades.

Aunque Broadcom considera que dicho requisito no causará ningún problema, Qualcomm afirma que la aprobación del CIFUS “dista mucho de estar asegurada” y añade que “Broadcom es una empresa con sede en Singapur que quiere efectuar una compra hostil de Qualcomm, una de las firmas tecnológicas más importantes de los Estados Unidos”.

“Aun cuando Broadcom cambiara de domicilio, los problemas de seguridad nacional provocados por el intento de adquisición de Qualcomm serán los mismos.”

La declaración se ha hecho pública un día después de que Broadcom presentara una declaración de representación preliminar como parte del proceso para trasladar la empresa matriz de Singapur a los Estados Unidos, después de que ambas firmas hayan publicado comentarios con los que trataban de convencer a los accionistas de la conveniencia o inconveniencia del acuerdo.