Qualcomm ha dado un nuevo paso en su guerra de patentes con Apple y ha entablado varias demandas judiciales ante un tribunal de Beijing con el fin de prohibir la venta y la fabricación de iPhones en China.

Según Bloomberg, la empresa estadounidense denuncia infracciones contra tres patentes de tecnologías no estándar relativas al ámbito de la gestión del consumo, así como una vinculada a la tecnología Force Touch.

Christine Trimble, representante de Qualcomm, afirma que “Apple usa tecnologías inventadas por Qualcomm sin pagar por ellas”.

Según Bloomberg, Apple ha declarado que dichas demandas no tienen razón de ser, y entiende que fracasarán como ocurrió con los otros pleitos iniciados por Qualcomm. Josh Rosenstock, representante de Apple, afirma que “a lo largo de los muchos años de negociaciones con Qualcomm, esas patentes nunca han sido mencionadas”.

Bloomberg también informa de que Mike Walkley, director gerente y analista sénior de capitales en el banco de inversiones Canaccord Genuity, ha afirmado que “es un nuevo paso para conseguir que Apple regrese a la mesa de negociaciones”. Añade que apenas si hay precedentes de que un tribunal chino emprenda acciones a petición de una empresa estadounidense.

Qualcomm presentó los pleitos el día 29 de setiembre ante el tribunal de Propiedad Intelectual de Beijing, que no los hizo públicos.

El iPhone supone cerca de dos tercios de los ingresos totales de Apple.

La actuación de Qualcomm en Beijing ha tenido lugar después de que en julio presentara una demanda en la que afirmaba que los iPhones e iPads usan procesadores de banda base celular proporcionados por empresas no afiliadas y que con ello se infringen hasta seis patentes distintas. Qualcomm pretende que la importación y venta de los dispositivos implicados en dichas infracciones se prohíba en los Estados Unidos.

Otras disputas

La empresa estadounidense tiene que hacer frente a una serie de casos que afectan a su modelo empresarial.

Qualcomm afirmó hace unos días que apelará contra la multa de 23.400 millones de dólares taiwaneses (unos 658 millones de euros) que le impuso la Comisión Taiwanesa para la Equidad en el Comercio (conocida por las siglas inglesas TFTC) en relación con la venta de chips para teléfonos móviles y la concesión de licencias sobre patentes esenciales para los estándares.

Tanto Samsung como Intel apuntaron contra Qualcomm a mediados de mayo y contribuyeron con

argumentos propios a una demanda de la Federal Trade Commission (Comisión Federal de Comercio) estadounidense en la que se afirma que Qualcomm recurre a tácticas que violan la libre competencia para mantener su monopolio sobre los chips de smartphone.

En un caso no relacionado, Qualcomm se avino en mayo a pagar 940 millones de dólares (unos 796 millones de euros) a BlackBerry como consecuencia de una acusación de cobrar precios excesivos por los royaltis.