Qualcomm ha reconocido que un organismo estatal chino ha abierto una investigación sobre sus actividades, en aplicación de la legislación anti-monopolio local. Según los analistas, la medida refleja tanto la inclinación del país a favor de los consumidores como la preocupación por el poder que Qualcomm ejerce sobre el mercado.

La firma norteamericana se enfrenta a una investigación de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR). Sin embargo, la CNDR no ha facilitado a Qualcomm más información sobre la investigación, y a la empresa no le consta por ahora haber sido acusada.

Diversos observadores han apuntado posibles motivos para la investigación. En general, el gobierno chino respalda una campaña contra las prácticas comerciales que puedan elevar los precios de venta a los consumidores. Las telecomunicaciones son una de las seis áreas que se investigan. Por otra parte, algunos analistas apuntan que podría tratarse de una jugada de China para favorecer a los competidores locales de Qualcomm, como Spreadtrum Communications.

La cuota de Qualcomm en el mercado de chips LTE superaba el 98% en 2012, según el analista Will Strauss de Forward Concepts, citado en The Wall Street Journal.

La semana pasada, durante una jornada para analistas, el consejero delegado de Qualcomm, Paul Jacobs, fue preguntado acerca de si la preocupación por el espionaje de las llamadas de móvil por parte de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. podría haber perjudicado a los negocios de la firma en China. Según Jacobs, las informaciones en cuestión han incrementado el énfasis en la seguridad del tráfico de datos, pero no han afectado a las ventas de hardware, informa Bloomberg.

China Mobile no paga derechos de licencia a Qualcomm por su 3G (dado que China Mobile utiliza la tecnología propia TD-SCDMA para sus redes 3G), pero la firma norteamericana confía en que eso cambie a medida que el operador evolucione hacia LTE. De ser así, Qualcomm podría servir cantidades importantes de chips y percibir derechos de licencia.

La investigación de la CNDR arroja dudas sobre ese flujo de ingresos potenciales, afirma Gus Richard de Piper Jaffray. “No creo que China va a pagar”, indica.