Stéphane Richard (en la foto), consejero delegado de Orange, ha destacado que los beneficios de su firma en Próximo Oriente y África han crecido rápidamente durante el primer trimestre. En cambio, los resultados de la filial española siguen empeorando.

El grupo de operadoras ha registrado un incremento de ingresos del 7,1% interanual en su división de Próximo Oriente y África, hasta alcanzar los 1.500 millones de euros. Dicho crecimiento se atribuye al mayor número de usuarios de telefonía móvil, a un aumento del 22% en ingresos por datos y a un incremento del 19% en ingresos por operaciones con dinero móvil.

Orange señala que los rendimientos obtenidos en Próximo Oriente y África por su firma suponen el mejor primer trimestre en diez años. Richard lo ha calificado de “notable”.

Sin embargo, el directivo no se ha manifestado en términos tan positivos sobre la filial española de Orange, que ha registrado un descenso en ingresos del 7,4% hasta quedarse por debajo de los 1.200 millones de euros. Dicho descenso se atribuye a la continua y feroz competencia en el mercado, con un peso cada vez mayor de las propuestas de bajo coste, así como al descenso de los ingresos por itinerancia y prepago, ya que ambos conceptos están vinculados al turismo, que se ha desplomado como consecuencia de la pandemia. Richard ha considerado prioritaria la recuperación en España.

Según Jean-François Fallacher, consejero delegado de la filial, Orange España cuenta con 19,45 millones de clientes, de los que 15,9 millones lo son de servicios móviles y 4 millones de banda ancha fija. La operadora asegura ofrecer ya servicio 5G en 442 poblaciones de 38 provincias españolas, con una cobertura poblacional del 28%, y espera llegar al 50% a lo largo de este año y superar el 90% en 2022. No obstante, declina especificar qué porcentaje de los emplazamientos utilizan la tecnología DSS de espectro compartido entre 4G y 5G.

La firma está reorganizando su cartera de marcas: la enseña emblemática Orange está acompañada por Jazztel en la gama media, mientras que la gama baja se cubrirá con Amena y Simyo, que en breve absorberá a los clientes que hasta ahora atendía República Móvil.

La venta de terminales es uno de los renglones destacados del negocio de Orange en España, que asegura vender anualmente más teléfonos que sus rivales Movistar y Vodafone juntas. Durante el primer trimestre facturó por este concepto 155 millones de euros, un 10% más que en el mismo periodo del año anterior.

Buena parte de ellos han sido financiados por Orange Bank, el banco propio de la operadora, que ya cuenta con 100.000 clientes y 120 millones de euros en depósitos.

Cifras del grupo
El consejero delegado añade que el conjunto del grupo Orange ha demostrado en el primer trimestre su capacidad para resistir situaciones desfavorables, a pesar del considerable impacto de la pandemia de Covid-19 (nuevo coronavirus).

Orange ha registrado ingresos prácticamente idénticos a los del período equivalente anterior, con 10.300 millones de euros, gracias a la recuperación en ventas de equipos y al aumento de los beneficios generados por los servicios de banda ancha fija y empresariales.

Con todo, los ingresos del grupo por itinerancia han descendido en un 31%, debido a que las restricciones por la Covid-19 no afectaron a la totalidad del primer trimestre de 2020.