La filial española del grupo francés Orange ingresó 2.503 millones de euros durante el primer semestre de 2020, debido principalmente al descenso del 11,6% en el negocio de móviles. Ello se atribuye principalmente a la crisis causada por el coronavirus, però también a la tendencia del mercado hacia el bajo coste.

Orange España finalizó el semestre con 19.829.000 clientes, de los que 15.683.000 lo son de móvil y 3.966.000 de banda ancha fija. Asimismo cuenta con 672.000 abonados al servicio de televisión, un 1,2% más gracias al mayor consumo durante el confinamiento, pese a la interrupción de las competiciones de fútbol.

Explica Efe que el descenso de la facturación fue especialmente acusado durante el segundo trimestre del ejercicio, en plena crisis sanitaria, durante el cual los ingressos cayeron un 6,8% frente al 4,6% del conjunto del semestre.

El beneficio bruto operativo registrado durante el periodo ascendió a 728 millones de euros, un 7,9% menos que en el mismo periodo del año anterior. La operadora invirtió 392 millones en capex, casi un 26% menos que en 2019.

La facturación semestral en servicios de fijo (238 millones de euros) disminuyó un 6,1%, mientras que la de tarifas convergentes (1.020 millones) lo hizo un 2,8%.