La filial española del grupo francés Orange batió el año pasado su récord de ingresos, con una facturación de 1.373 millones en el cuarto trimestre y 5.371 millones en el conjunto de 2017; esta cifra representa un incremento del 7,1% respecto al ejercicio anterior. El aumento interanual del beneficio operativo (ebitda) fue aún mayor: un 17%, hasta situarse en los 1.582 millones. Las cifras sitúan a Orange España como la compañía que creció más en todos los países en los que opera el grupo.

La compañía cerró el año con 20.045.000 clientes. De ellos, 15.893.000 son de telefonía móvil (el 58% de 4G) y generaron unos ingresos de 2.769 millones de euros (+7,3%). El 82% de estos abonados lo son en régimen de contrato. Y a ellos cabe añadir los casi tres millones de clientes de operadoras virtuales que utilizan la red de Orange, un 26,3% más que en 2016 y que convierten a la red de la compañía en la que presta servicio a un número mayor de clientes en España. Cada cliente de móvil aportó un ingreso mensual de 14,2 euros durante el cuarto trimestre, que son un 6% que en el tercer trimestre pero un 6% más que en el mismo periodo de 2016.

Por su parte, los 4.152.000 que consumen servicios de fijo (el 54% a través de fibra óptica) aportaron una facturación de 2.041 millones de euros (+6,2%). A estas cifras hay que sumar los 559 millones de euros ingresados por venta de equipos (+10,1%). El ingreso mensual medio (ARPU) por cliente de banda ancha fue de 33,1 euros, un 2,8% más que el trimestre anterior y un 4% que un año atrás.

Orange cuenta en España con 626.000 clientes de televisión, habiendo ganado un 23,4% en un año. El 15% de los clientes de banda ancha fija tienen contratado este servicio de televisión.

La firma destaca los 1.115 millones de euros (más del 20% de la facturación) que invirtió a lo largo de 2017 en despliegues de red móvil 4G y fija de fibra óptica. Ésta última alcanza a 12 millones de hogares pasados y se pretende que acabe el año con 14 millones y llegue a los 16 millones en el año 2020, con cobertura del 70% de las poblaciones españolas de más de 5.000 habitantes y el 90% de las de más de 10.000.