El proyecto de SoftBank Group de vender su filial británica Arm a Nvidia ha fracasado debido a los múltiples obstáculos provenientes de los organismos reguladores. Simon Segars (en la foto), director de la firma de diseño de chips, ha dimitido.

En una declaración conjunta, SoftBank y Nvidia indican que los problemas con los organismos reguladores han conducido a la liquidación del acuerdo, que habría sido la mayor adquisición en toda la historia del sector de semiconductores.

René Haas, presidente del grupo de propiedad intelectual de Arm, sucederá a Segars como consejero delegado y se incorporará al consejo de administración.

Arm empezará a preparar su salida a bolsa dentro del ejercicio fiscal que finalizará el 31 de marzo de 2023.

Jensen Huang, consejero delegado fundador de Nvidia, explica que Arm se halla en el centro de “la importante dinámica de la informática. Aunque no vayamos a unirnos en una sola empresa, vamos a colaborar estrechamente con Arm.”

Perjuicios
En el marco del acuerdo con Nvidia, SoftBank ha recibido un depósito no reembolsable de 1.300 millones de dólares (unos 1.137 millones de euros), que prevé imputar a los beneficios de su cuarto trimestre fiscal de 2021 (que finaliza el 31 de marzo).

Richard Windsor, del blog de investigación Radio Free Mobile, considera que SoftBank es la parte más perjudicada, puesto que un repunte en el precio de las acciones de Nvidia comportará que se esfume el beneficio de más de 30.000 millones de dólares (unos 26.247 millones de euros) que habría contabilizado por la venta.

El acuerdo se había valorado originalmente en 40.000 millones de dólares (casi 35.000 millones de euros), pero dicha suma había crecido junto con el precio de las acciones de Nvidia, porque el fabricante de chips quería usar sus acciones como capital para financiar una parte de la compra.

Windsor ha añadido que es sumamente improbable que el mercado público adjudique a Arm una valoración de alrededor de 70.000 millones de dólares (unos 61.244 millones de euros), razón por la que SoftBank prefería formalizar el acuerdo con Nvidia, en vez de optar por la salida a bolsa.

Transcurridos 17 meses desde que se anunció el acuerdo, Nvidia aún no contaba con la aprobación de las autoridades competentes de Estados Unidos, Reino Unido, China ni Europa.

Arm cotizaba en bolsa antes de que SoftBank la adquiriera y ha mantenido durante mucho tiempo una posición de neutralidad en la industria de los semiconductores al ofrecer diseños de referencia utilizados por múltiples fabricantes de chips.