El próximo miércoles estaré en Los Ángeles (en el Mobile World Congress Americas) e iré de acto en acto, y me empaparé de impresiones sobre la industria móvil que me transmitirán expositores, oradores, etc. Entretanto, tendrá lugar el lanzamiento de la siguiente serie de iPhones, un poco más allá, en la sede de Apple en Cupertino.

No cabe ninguna duda de que todo lo que anuncie Apple dominará el panorama tecnológico durante los días (si no las semanas) siguientes. Es totalmente lógico que sea así. El iPhone fue uno de los primeros smartphones que llegaron al gran público. Lo más importante es que, gracias a una interfaz de usuario intuitiva y a la tienda de aplicaciones, los smartphones se volvieron útiles e interesantes para el consumidor medio, y con ello creció el uso de datos móviles. En buena medida, fue gracias a aquel dispositivo (y a los que vinieron después) que Apple se convirtió en la primera firma tecnológica del planeta con una capitalización bursátil de un billón de dólares. Por supuesto que dicha capitalización bursátil es inseparable de otra consideración: que todavía queda mucho espacio de crecimiento para el mercado de smartphones. En el segundo trimestre de 2018, la implantación del smartphone en todo el planeta apenas sobrepasa el 58%.

Merece la pena prepararse para los nuevos dispositivos y emplear algún tiempo en pensar en lo que se anunciará la próxima semana. Circula un montón de rumores. Y aunque por ahora no sean más que rumores, lo que nos cuentan sobre la industria es importante… hoy y en el futuro.

Nuevo dispositivo emblemático. Nuevos tamaños. El iPhone que actualmente encabeza la línea (el iPhone X) cuenta con una pantalla de 5,8 pulgadas. Se cree que el nuevo dispositivo emblemático se llamará iPhone XS y que se venderán variantes de 5,8 y 6,5 pulgadas. Se trata de un nuevo lanzamiento, por lo que sería de esperar que el teléfono sea más grande y más rápido, ¿verdad? También circulan rumores de que el nuevo XS podría ser algo más barato que el iPhone X del año pasado. ¿Una reducción de unos 100 euros podría impedir un rechazo como el que provocó el precio de 1.000 dólares del año pasado? Es posible. ¿Contribuiría a impulsar las ventas en mercados no tan desarrollados donde la implantación del smartphone todavía es precaria? Eso no está tan claro, pero…

Variante más barata. Aparte de las incorporaciones a la gama alta de la línea iPhone, hay quien espera un nuevo modelo de bajo coste, que podría llamarse iPhone 9. Con otras tecnologías de pantalla. Con otras capacidades. Con otros materiales. Con un único tamaño de pantalla. Los costes podrían recortarse de muchas maneras y se seguiría la misma estrategia que el año pasado al lanzar el iPhone 8 junto con el iPhone X. Por otra parte, es importante que los costes se limiten, porque Apple quiere aprovechar las posibilidades del smartphone en todo el mundo. Si estudiamos desde otro punto de vista la adopción de smartphones, veremos que la implantación de éstos en los mercados desarrollados se encuentra en el 91,2%. En cambio, apenas si supera el 50% en los países en vías de desarrollo. Es verdad que la mayoría de los usuarios de smartphones de dichos mercados, tanto si adquieren su primer aparato como si ya disponen de conexión, no van a comprar un iPhone 9 (y todavía menos un 8, X o XS). Con todo, la clase media de esos mismos mercados tal vez podría. Y en los lugares donde la venta de iPhones usados es un buen negocio, los dispositivos de bajo precio mantendrán igualmente bajos los precios de reventa, con lo que se favorecerá que nuevos usuarios entren en el ecosistema de Apple.

Nuevos chips. Los iPhones del año pasado funcionaban con un chip A11. ¿Y los de este año? No corremos un gran riesgo de equivocarnos si aventuramos que llevarán un chip A12. ¿Qué hará ese chip? Gran pregunta. Sin duda alguna, se anunciarán grandes mejoras en velocidad y duración de la batería, gracias –al menos en parte– a un nuevo proceso de fabricación de 7 nanómetros (frente a los 10 nanómetros del A11). ¿Nuevas velocidades de LTE? Pues claro. ¿5G? Las posibilidades son prácticamente nulas. Aunque la disponibilidad de un modelo con 5G impulsaría la adopción temprana de servicios, esperar que Apple lo lance cuando las redes y los chips 5G se hallan en una fase tan prematura es pedir demasiado.

Nuevo software. iOS12 ya fue anunciado en junio, pero eso no significa que la próxima semana no vayan a salir noticias sobre software. Aparte de cosas tales como la ampliación de Face ID (que ahora se espera también en el iPhone más barato), podemos contar con que el software tendrá mucha importancia en el terreno de los chips. Pensemos en el nuevo procesador Kirin 980 que Huawei presentó hace unos días en IFA. Aparte de un proceso de fabricación de 7 nanómetros, la IA y el procesamiento de imágenes tienen una gran importancia en el nuevo componente. A la vista del procesamiento de imagen y de las capacidades de “motor neuronal” del A11, apenas si cabe duda de que Apple mantendrá la misma línea y que el A12 de los nuevos iPhones buscará profundizar en el chip como elemento diferenciador competitivo y en la integración de la IA en todo lo demás.

La próxima semana se verá mucho más en Cupertino. Tal vez saldrán nuevos colores. Nuevos adaptadores de carga. Nuevas funcionalidades. Un nuevo Apple Watch. Nuevos MacBooks. Nuevos iPads. Habrá algo para casi todo el mundo.

Aparte de todo esto (que al menos en parte es casi seguro), abrigo la esperanza de que aparezcan más novedades. Por el lado del espectro, hay quien critica los iPhones más recientes porque carecen de soporte para espectro LAA o CBRS (aunque la Banda 42 quede cubierta), y de otros recursos como la Banda 71 (muy importante en la estrategia de T-Mobile US). Si se solucionan por lo menos algunas de esas carencias, crecerá el número de casos de uso del dispositivo y tal vez se promoverán algunas innovaciones en los servicios. Quizá lo más importante es que Apple podría mejorar mucho la situación en casos de uso (por contraposición a las cuestiones de conectividad). Más en concreto, los casos de uso de los servicios de RA/RV por parte de las operadoras todavía no han tomado cuerpo y todo lo que haga Apple en favor de su accesibilidad será bienvenido. Apple ha anunciado durante este mismo año su ARKit 2, pero la integración con los nuevos dispositivos –que sacará partido de las nuevas cámaras, nuevo procesamiento, nuevas velocidades, etc.– forzosamente impulsará los servicios RA/RV… y contribuirá a que las operadoras descubran cómo monetizarlos.

Si bien la expectación que rodea los nuevos lanzamientos de iPhones puede parecer exagerada (sobre todo para los que no son usuarios de iPhones), es importante que reconozcamos el impacto de estos dispositivos sobre toda la industria de la tecnología móvil. Nuevos precios. Soporte de nuevo espectro. Hasta los nuevos colores podrían revitalizar el mercado, ¡qué diablos! Por eso mismo no importa dónde te encuentres, lo más probable es que la próxima semana te pongas a hablar sobre los nuevos iPhones.

–Peter Jarich, director de GSMA Intelligence

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