La World Internet Conference (WIC) anual, que se ha celebrado por cuarta vez en la ciudad de Wuzhen, en la China nororiental, ha reunido a los principales directivos de empresas del país asiático como Alibaba, Tencent, Baidu y Xiaomi, así como a los máximos directivos de las firmas

internacionales Apple, Google y Cisco. Son pocos los congresos sobre tecnologías que pueden competir con nombres tan destacados como estos.

Wuzhen es una ubicación sorprendente para un congreso tan destacado. La ciudad del río Yangtsé ha estado prácticamente cerrada durante los tres días que ha durado el acto, salvo para los 1.500 congresistas, la mayoría de los cuales eran de la propia China. La ciudad comprende un barrio típico de acceso restringido (en la foto, a la derecha) con más de 1.000 años de historia.

La Administración del Ciberespacio china, que supervisa las regulaciones de Internet -censura incluida- organiza el congreso para dar publicidad a los avances tecnológicos del país. Desde luego que no le faltan motivos de orgullo. China puede alardear de 1.300 millones de conexiones de telefonía móvil, una cobertura de la 4G que se acerca al 70%, y el liderazgo en inversiones en inteligencia artificial (IA).

Wang Huning (en la foto, a la izquierda), miembro del Comité Permanente del Politburó chino, ha pronunciado su primer discurso importante desde que forma parte del principal órgano de gobierno del país. Ha atacado a ICANN, la corporación que distribuye los nombres de los dominios de Internet, y ha afirmado que “debemos reformar las disposiciones irrazonables e injustas que rigen la gobernanza de Internet, para que los intereses de las diversas partes queden reflejadas en las nuevas normas y estándares internacionales, y se creen las condiciones para una participación igualitaria.”

Como era de prever, ha pedido respeto para la soberanía de los Estados en el ciberespacio y la búsqueda de soluciones para la “heterogeneidad de normas, políticas y estándares”.

Huang Kunming, director del departamento de propaganda del Comité Central del Partido Comunista, ha leído una nota preparada por Xi Jinping, presidente de China, que iba un paso más allá y declaraba que “el desarrollo de la cibereconomía de China va a acelerarse… la puerta de China se abrirá más y más”.

Una mayor igualdad

Liu Zhenmin, subsecretario general de la ONU, afirma que la WIC ofrece una oportunidad para reflexionar sobre los pasos que serán necesarios para reducir las desigualdades. Varios otros conferenciantes han compartido sus puntos de vista.

Dominique de Villepin (en la foto, a la derecha), ex primer ministro de Francia, ha destacado como aspecto positivo que el número de usuarios de Internet en todo el planeta ya supera el 50% de la población mundial. Pero también ha aludido a los desacuerdos geopolíticos cada vez más numerosos entre los Estados Unidos y China, a los problemas de ciberseguridad mundial cada vez más graves y a los riesgos que corre la privacidad.

Ha observado que la economía digital se está desplazando de Occidente a Oriente con la emergencia de empresas como Tencent y Alibaba, lo que significa que “la tecnología china cuestiona con fuerza creciente el liderazgo de los Estados Unidos”.

De Villepin entiende que hay que buscar nuevas maneras de estudiar y regular el ciberespacio.

Por otra parte, resulta irónico que Prajin Juntong, viceprimer ministro de Tailandia, declare que su país se compromete con una “Internet abierta y transparente”, no mucho después de que el organismo regulador de las telecomunicaciones tailandés obligara a Facebook a retirar contenidos que el Gobierno juzgaba ilegales el pasado mes de mayo.

Adopción de responsabilidades

Probablemente, la principal figura del congreso (al menos para la mayoría de congresistas provenientes de China) ha sido Jack Ma, presidente ejecutivo de un gigante del comercio electrónico como Alibaba, que ha solicitado mayor cooperación a escala global y ha subrayado que las firmas de TI deben responsabilizarse de conseguir un crecimiento económico más sostenible.

Ha explicado que “la primera revolución tecnológica tuvo como consecuencia la I Guerra Mundial, la segunda revolución tecnológica ocasionó la II Guerra Mundial. ¿Debenos entender que ahora empezará la III Guerra Mundial? No. En realidad, lucharemos en una guerra mundial contra las enfermedades en todo el mundo, el cambio climático y otros desafíos que acechan al planeta”, y ha afirmado que el mundo no necesita tan solo un G20, sino también un G200.

Ma cree que Internet impregnará todos los aspectos de la vida cotidiana dentro de pocas décadas y que entonces se volverá invisible.

En efecto, la inclusión, el equilibrio y la apertura han sido temas centrales en el congreso que se ha celebrado en Wuzhen. Pero parece una mezcla extraña en un acto que el Gobierno chino ha utilizado durante los últimos años para promover su estrategia de estricto control sobre Internet.