La CMA (siglas inglesas de Autoridad de Competencia y Mercados, el organismo regulador del Reino Unido) ha planeado la segunda fase de su investigación sobre la propuesta de fusión entre la operadora de cable Virgin Media y la operadora O2 UK, porque desconfía de su impacto sobre los mercados mayorista y de consumo.

El organismo señala en una declaración que el paso a la segunda etapa se ha acelerado a petición de las dos empresas. Una tal aceleración se permite cuando en la evaluación inicial se detectan motivos evidentes para llevar a cabo una investigación más amplia.

La CMA, a la que la Comisión Europea cedió el poder decisorio sobre este asunto en noviembre, ha expresado su preocupación por la posibilidad de que la combinación de los activos de Virgin Media, propiedad de Liberty Global, y de O2 UK, propiedad de Telefónica, pudiera en último término “perjudicar a los consumidores del Reino Unido”.

El principal motivo de preocupación es que ambas marcas han proporcionado servicios mayoristas y de backhaul a otras operadoras de telefonía móvil, y que tras la fusión “podrían hallar incentivos para un aumento de precios o una reducción en la calidad de los servicios mayoristas”.

La combinación de ambas empresas se anunció en mayo.

Por aquel entonces, las operadoras se avinieron a una serie de compromisos sobre inversión en infraestructuras y refuerzo de la competencia en el sector de las comunicaciones convergentes.

La investigación correrá a cargo de un comité independiente establecido por la CMA, que expondrá los resultados de su investigación durante “las próximas semanas”.

No se ha anunciado un calendario provisional para la investigación, pero Telefónica y Liberty Global contaban con llevar a buen término el acuerdo durante el primer semestre de 2021.