Nokia ha desmentido un artículo publicado por el Financial Times (FT), en el que se indica que la firma ha puesto en marcha un proceso de búsqueda de un nuevo consejero delegado, y ha afirmado que el titular actual del puesto, Pekka Lundmark (en la foto), cuenta con el pleno apoyo del consejo de administración.
El FT del 12 de setiembre aseguraba que Nokia había contactado con candidatos para reemplazar a Lundmark y que había designado como mínimo a un buscador de talentos para se encargara de todo el proceso. Según dicha publicación, el reemplazo se debería al estancamiento en las ventas, la caída del precio de las acciones y la frustración de los accionistas al constatar que Lundmark no había conseguido incrementar los ingresos.
Nokia niega la veracidad de la noticia y afirma que no ha emprendido ninguna acción para sustituir a Lundmark.
Añade, sin embargo, que evalúa y analiza de manera continuada el actual plan de éxito del equipo directivo “mediante un enfoque integral que tiene en cuenta a candidatos internos y externos”.
“Es el mismo proceso que seguimos con el presidente y el consejo de administración. También solicitamos la ayuda de asesores profesionales para dicha labor. El consejero delegado y el presidente son plenamente conscientes de ello y participan en el proceso.”
Cabe destacar que, según el mismo artículo, Nokia también busca un nuevo presidente para reemplazar a Sari Baldauf, que al parecer es un aliado cercano de Lundmark.
Cambio de rumbo
Lundmark ocupa el cargo de consejero delegado desde 2020. En su día se le encomendó una mejora en la situación del fabricante finlandés, tras un período difícil en el que este perdió varios contratos importantes, se demoró en el suministro de redes 5G y se quedó atrás respecto a sus rivales Huawei y Ericsson.
El directivo llevó a cabo una importante revisión estratégica, que comportó una renovación en el enfoque de la I+D y un programa de reducción de costos.
Si bien Lundmark logró estabilizar la situación, la firma ha registrado una caída del 18% en las ventas del segundo trimestre de 2024, que ha atribuido a la debilidad del sector de telefonía móvil.
Además, su principal competidor, Ericsson, obtuvo a finales de 2023 un contrato de gran valor para suministrar redes RAN abiertas a la operadora estadounidense AT&T, lo que supuso un duro golpe para el fabricante finlandés.
Más recientemente se ha especulado con un posible acuerdo para que Nokia venda a Samsung sus activos en telefonía móvil, pero ambas empresas han restado credibilidad a dichos rumores.
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