MoviePass, un servicio de entradas de cine por suscripción, ha actualizado su aplicación para iOS y ha eliminado una “función de localización que no se utilizaba” y por la que había recibido críticas.

Mitch Lowe, consejero delegado de la empresa, explicaba hace poco que la firma conoce la localización del usuario “mediante el GPS del teléfono… y así sabemos cómo se desplaza desde el hogar hasta el cine. Vemos a dónde se dirige y así sabemos cuáles son las películas que elige. Lo sabemos todo sobre él. No vendemos los datos. Lo que hacemos es utilizarlos para promocionar películas.”

Pero la empresa, ante las críticas recibidas, ha afirmado mediante una declaración que “si bien una parte de nuestro modelo contempla usar los datos de localización en la promoción publicitaria, a fin de que nuestros abonados puedan disfrutar al máximo con las películas, ahora mismo no utilizamos dicha funcionalidad. Tanto ahora como en el futuro, los abonados tienen la posibilidad de activar o no los servicios que implican seguimiento de localización, si lo consideran conveniente.”

No está claro que MoviePass haya efectuado un verdadero rastreo de los usuarios. Sus directrices de privacidad tan solo explican que se accede a la localización del GPS para garantizar que el usuario se encuentre cerca del cine cuyas entradas se adquieren.

MoviePass ya cuenta con 2 millones de abonados y Lowe ha pronosticado que llegará a los 5 millones a finales del 2018.