A petición de la comisión sobre absorciones de empresas del Reino Unido, AT&T ha declarado formalmente que no tiene intención de presentar una oferta de compra del Grupo Vodafone, desmintiendo así las especulaciones que han circulado recientemente.

La declaración significa que el operador de EEUU tiene prohibido pujar por su homólogo británico durante los seis próximos meses, en aplicación de la cláusula 2.8 del reglamento sobre absorciones empresariales vigente en el Reino Unido.

La norma, eso sí, está sujeta a excepciones, como que el consejo de Vodafone decida ignorar la declaración formal de AT&T, que una firma rival realice una puja por la empresa, o que las autoridades británicas determinen que las circunstancias han cambiado.

Hasta la semana pasada, AT&T parecía seguir interesada en comprar Vodafone, pues su consejero delegado Randall Stephenson mantuvo una conversación informal con Neelie Kroes, responsable de la política digital europea, durante el Foro Económico Mundial celebrado en Davos. Las fuentes de Bloomberg aseguran que uno de los temas del encuentro fueron las posibles adquisiciones.

Informaciones de finales del año pasado se referían al supuesto interés de AT&T en Vodafone indicando que la salida del operador británico de Verizon Wireless, valorada en 130.000 millones de dólares (95.329 millones de euros) hacía más sencilla cualquier operación futura.

Además, Stephenson de AT&T había manifestado públicamente su interés en expandirse por Europa, dado que el índice de penetración de 4G en la región, relativamente bajo, le ofrece margen para crecer.