Mauricio Ramos (en la foto), consejero delegado de Millicom, reconoce que su firma se verá obligada a adoptar un enfoque prudente en 2021. La segunda ola de la pandemia de Covid-19 (nuevo coronavirus) avanza y los efectos de la crisis sanitaria son evidentes en sus últimos resultados trimestrales.

En una declaración sobre los beneficios del cuarto trimestre, Ramos afirma que el 2020 ha sido “uno de los años más difíciles” en la historia de la empresa. Si bien las tendencias recientes son alentadoras, la segunda ola de Covid-19 en América Latina implica que el desempleo siga siendo muy alto, las finanzas públicas se vean sometidas a una fuerte presión y no esté “nada claro cuándo terminará lo peor del impacto económico de esta crisis sanitaria”.

Así, la firma explica que en 2021 mantendrá un enfoque similar al de 2020 y priorizará las inversiones en bienes de capital, a fin de acelerar el crecimiento orgánico y la reducción de la deuda neta. Ha decidido no pagar dividendos en efectivo, si bien podría reanudar la recompra de acciones en el segundo semestre.

También se ha fijado como objetivo un flujo de caja operativo mínimo de 1.400 millones de dólares (unos 1.154 millones de euros), a fin de disponer de la flexibilidad necesaria para ajustar sus planes a lo largo del año.

Un cuarto trimestre difícil

Millicom ha registrado un descenso interanual de ingresos del 5,3%, hasta situarse en los 1.000 millones de dólares (unos 824 millones de euros), debido al impacto de la pandemia y a la debilidad de las divisas de Colombia, Paraguay y Costa Rica.

Por otra parte, ha pasado de unos beneficios de 223 millones de dólares (unos 184 millones de euros) a pérdidas netas de 56 millones de dólares (unos 46 millones de euros), debido al incremento en gastos financieros y fiscales netos, al encarecimiento del espectro y a las pérdidas derivadas del cambio de divisas.

En el segmento de telefonía móvil, Millicom explica que la reapertura de ciertas economías ha tenido un impacto significativo sobre su negocio de prepago, pero que el ritmo de recuperación en el sector de contrato es mucho más lento.

Ha registrado 2,3 millones de altas netas en telefonía móvil hasta alcanzar los 41,7 millones de clientes, tras un sólido crecimiento en la mayoría de los mercados, sobre todo en Colombia.

La deuda bruta subyacente se ha reducido en 768 millones de dólares (unos 633 millones de euros) durante el trimestre, hasta situarse en 6.400 millones de dólares (unos 5.275 millones de euros) a finales de 2020.