La agencia de evaluación de crédito Moody’s Corporation afirma que es improbable que Telefónica logre cumplir sus objetivos de reducción de la deuda para diciembre del 2017.

Dicha agencia ha rebajado la calificación de Telefónica después de que la empresa tomara la decisión de revisar su estrategia financiera y priorizar el desapalancamiento por medios orgánicos, en vez de servirse de la venta de activos.
Telefónica anunció hace pocas semanas su intención de reducir el reparto de dividendos entre los accionistas con el fin de incrementar el flujo de efectivo disponible y reforzar su capacidad de pagar la deuda.

Sin embargo, la agencia explica que la nueva estrategia prevé que la empresa se desprenda de sus activos no estratégicos tan solo en respuesta a oportunidades específicas.

Moody’s calcula que, después de este cambio, es poco probable que Telefónica alcance sus objetivos previos de reducción de la deuda. En estos momentos la deuda de Telefónica se cifra en 50.000 millones de euros.
Así, las calificaciones sénior no garantizadas de Telefónica y de sus filiales garantizadas han descendido un nivel, pasando de Ba1 a Ba2.

La empresa se ha visto obligada a abandonar sus planes de sacar a bolsa Telxius, su filial de infraestructuras con presencia en todo el mundo, y la salida a bolsa de la operadora británica O2 no parece posible, por lo menos durante este año. Telefónica afirma que se está planteando una oferta pública inicial de su filial británica en el 2017, si las condiciones del mercado son las apropiadas.

Moody’s afirmaba en mayo del 2016 que la calificación de Telefónica podría rebajarse si no se veía claro que la empresa pudiera aminorar su deuda durante este año.

No todas las noticias son negativas. Así, la agencia observa mejoras en el rendimiento subyacente de Telefónica, como se ha visto en el tercer trimestre. Dicho rendimiento aumenta en España, el Reino Unido y Alemania, y la filial brasileña aguanta bien la recesión.