Lyft ha acordado la venta de su división Level 5 de vehículos autónomos a la firma de automoción Toyota Motor por un precio de 550 millones de dólares (más de 450 millones de euros). La operación permite avanzar a la firma de taxis estadounidense por el camino de la rentabilidad y le sitúa en condiciones de colaborar con múltiples socios en el sector de vehículos autónomos.

Level 5 pasará a formar parte de Woven Planet, filial de Toyota, que dispondrá de los datos de mapas, rutas y sensores de los vehículos de Lyft. El acuerdo también cubre el traspaso de 300 empleados a la filial de la empresa japonesa, con lo que su plantilla total ascenderá a unos 1.200 trabajadores.

John Zimmer, cofundador y presidente de Lyft, ha declarado a Bloomberg TV que sus clientes ya han realizado unos 100.000 viajes en vehículos autónomos, si bien siempre con conductores a bordo dispuestos para intervenir en caso necesario.

Según el citado medio, el directivo añade que Lyft aspira a contar con coches sin conductor para 2023 y ha pronosticado que ello será la norma en las principales ciudades estadounidenses dentro de cinco años.

También ha afirmado que la venta de Level 5 a Toyota hará posible que Lyft trabaje en vehículos autónomos con múltiples socios.

A finales de 2020, Uber, rival de Lyft, vendió su Grupo de Tecnologías Avanzadas a Aurora Innovation.

La FCC (siglas inglesas de Comisión Federal de Comunicaciones, el organismo regulador estadounidense) ha asignado parte de la banda de 5,9 GHz a los vehículos autónomos, pero todavía se está debatiendo cuál es la mejor manera de que los coches utilicen dicho espectro.