Las autoridades estadounidenses han empezado a estudiar las acusaciones de que AT&T, Verizon y la GSMA han colaborado ilícitamente en un intento por imponer unos estándares de eSIM que dificultarían el cambio de operadora por parte de los consumidores.

La GSMA ha suspendido las actividades relacionadas con el establecimiento de estándares hasta que se conozcan los resultados de la investigación.

The New York Times (NYT) ha informado de que la investigación del Departamento de Justicia responde a reclamaciones de, por lo menos, un fabricante de dispositivos –se cree que es Apple– y una operadora sobre ciertas cláusulas de la propuesta de estándares de eSIM, que permitirían que los dispositivos queden vinculados a redes específicas.

La eSIM es la próxima generación de la tecnología SIM y aspira a reemplazar las tarjetas físicas por software que permitirá que el mismo dispositivo alterne entre varias operadoras. Dicha tecnología permitirá que un único dispositivo aloje varios proveedores de conectividad y podrá usarse en el todo el espectro de dispositivos inalámbricos, como por ejemplo smartphones y módulos de Internet de las Cosas.

La GSMA ha declarado que está trabajando con las principales operadoras y fabricantes de dispositivos y SIM en todo el planeta para crear unos estándares mundiales de eSIM. Dichos estándares incluyen la “opción” de vincular la eSIM a una red específica.

Añade que “en los Estados Unidos, los consumidores dispondrían de dicha opción. Sin embargo, deberían aceptarla explícitamente en el marco de acuerdos comerciales específicos con su operadora de telefonía móvil, por ejemplo al comprar un dispositivo subvencionado.”

La Asociación añade que el desarrollo de dicha especificación se interrumpirá hasta que finalice la investigación, y ha colaborado en todo momento con el Departamento de Justicia.

En declaraciones realizadas al NYT, ambas operadoras han confirmado que tienen noticia de la investigación y que están colaborando con las autoridades.