Los Estados miembros de la UE han rechazado una propuesta de la Comisión Europea (CE) para desplegar tecnología basada en Wi-Fi para los automóviles conectados y, eventualmente, dejar de lado la 5G, con lo que han dado la razón a las asociaciones del sector que se oponían enérgicamente a dicha medida.

Dicho rechazo se ha visto confirmado por una votación y ahora es probable que la propuesta se devuelva a la CE, para que esta redacte una versión modificada que debería enviar al Consejo Europeo a finales de 2019.

Varias asociaciones sectoriales, como GSMA, GSA, ETNO y 5G Automotive Association habían planteado objeciones contra la propuesta de la CE, presentada en marzo con el objetivo de avanzar en el despliegue de los Sistemas Cooperativos de Transporte Inteligente (conocidos por las siglas inglesas C-ITS) en las carreteras europeas.

La propuesta de C-ITS respaldaba la conectividad ITS-G5, compatible con el estándar Wi-Fi 802.11p.

Pero varias asociaciones de la industria, respaldadas por declaraciones de firmas tales como los pesos pesados alemanes Deutsche Telekom y BMW, entre otras, adujeron que la tecnología propuesta era obsoleta y no garantizaba la neutralidad tecnológica.

Su argumento principal era que la adopción de dicha tecnología dificultaría el despliegue en las carreteras europeas de tecnologías de comunicación móvil tales como Cellular Vehicle-to-Everything (C-V2X, siglas de celular entre vehículo y el resto), lo que según dichas asociaciones ponía en peligro el futuro de la 5G en Europa.

La aprobación de los Estados miembros era necesaria para que la propuesta de la CE adquiriese fuerza de ley.

GSMA y ETNO han expresado en seguida su satisfacción por el rechazo a la propuesta. La primera de dichas asociaciones ha manifestado en una declaración que la propuesta de C-ITS “habría recurrido a una tecnología de radio anticuada para la conexión entre automóviles e infraestructuras, lo que habría dificultado la entrada en el mercado europeo de tecnologías celulares avanzadas como C-V2X”.

Su director general, Mats Granryd, añade que “Europa acaba de regresar a la carrera del automóvil conectado, en la que compite con Estados Unidos y China. Gracias a dicha tecnología de vanguardia se salvarán miles de vidas en las carreteras y miles de empleos en nuestras fábricas. Los europeos también ahorrarán miles de millones de euros en un mercado único que padecerá menos discontinuidades.”