Según a quién preguntemos, los despliegues inalámbricos de redes privadas vivirán una explosión en 2022, o se quedarán atrapados en la rueda de hámster de unas perspectivas demasiado ambiciosas. Pero, en todo caso, suponen una oportunidad cada vez más destacada para que las operadoras de móvil rentabilicen los costosos despliegues de redes 5G.

Las redes privadas no son algo nuevo: las operadoras llevan años ofreciéndolas a las empresas sobre 4G LTE, e incluso sobre Wi-Fi. Pero las redes privadas 5G son todavía incipientes.

Según explica la GSA en su informe sobre redes privadas publicado en junio, la propia definición y el seguimiento de los despliegues de redes móviles privadas es un terreno resbaladizo porque, por definición, están destinadas al uso exclusivo de entidades tales como empresas, industrias y gobiernos.

La GSA define las redes móviles privadas como despliegues de 4G LTE ó 5G conformes a los estándares del 3GPP, mediante contratos valorados en más de 100.000 euros.

A partir de dichos parámetros, la GSA ha contabilizado 68 países y territorios donde las operadoras han desplegado redes privadas sobre LTE ó 5G.

Las operadoras de telefonía móvil no están solas en este terreno: integradores de sistemas, hiperescaladores y suministradores como Ericsson, Nokia y Cisco también colaboran con las empresas en el lanzamiento de redes privadas.

La GSA ha contabilizado más de 50 proveedores de equipamiento que han entrado en dicho ámbito al suministrar equipo para redes móviles privadas 4G ó 5G.

Jason Inskeep, vicepresidente adjunto del Centro de Excelencia en 5G y 5G Privada de AT&T, ha declarado a Mobile World Live (MWL) que “la telefonía móvil privada está creando un entorno competitivo totalmente nuevo”.

La GSA ha identificado a más de 70 operadoras de redes de telecomunicaciones (contando como entidades diferenciadas las diversas operadoras nacionales de un mismo grupo) involucradas en proyectos de redes móviles privadas.

Para complicar aún más el debate sobre las redes privadas, algunas empresas con grandes departamentos de TI que crean sus propios datos quieren gestionar por sí mismas sus redes privadas, sobre todo en países como Estados Unidos, donde el espectro CBRS, por ejemplo, es compartido.

Los argumentos contra las redes privadas
En una reciente artículo en LinkedIn, Tom Nolle, presidente y fundador de la consultora CIMI Corp, argumenta que la empresa media “no tiene ninguna razón de peso para recurrir a la 5G privada”.

Ha señalado a MWL que la mayoría de las aplicaciones empresariales no justifican en absoluto la 5G privada y que el Wi-Fi lo hará igual o mejor, y por un coste más reducido.
Además, afirma que la LTE es mejor opción que el Wi-Fi para las empresas.

Ha observado que “la LTE privada es adecuada, porque cuesta ver cómo se justificaría la 5G privada en una organización que no se haya planteado seriamente ni haya adoptado la LTE privada”.

Argumentos en favor de las redes privadas
Nolle considera que las redes 5G privadas de las operadoras de telefonía móvil pueden constituir una buena opción para las empresas, en función del valor que ofrezca la integración de la 5G pública con la privada, el alcance geográfico de la aplicación y el número total de usuarios.

Ha apuntado que “cuanto mayor sea la relevancia de alguno de estos factores, o de todos ellos, más posibilidades tendrán las empresas de telecomunicaciones”.

Inskeep, de AT&T, ha declarado a MWL que tres sectores de la industria sienten un gran interés por las redes privadas: el propiamente industrial, el de entornos exteriores (donde AT&T puede aprovechar su espectro con licencia) y la fabricación en interiores, donde las redes privadas reducen el coste del metro cuadrado de conectividad.

Ha explicado que el primer paso en la migración a redes privadas consiste en trasladar al móvil los clientes de Wi-Fi y Ethernet por cable.

Según Inskeep, “lo que descubrimos es que se producen cambios radicales al migrar a un nuevo esquema celular. La 5G nos lleva a una transformación extrema en funcionalidad.”

Masum Mir, vicepresidente y director general de la división de telefonía móvil, cable e Internet de las Cosas de Cisco, considera que los próximos doce meses serán cruciales para las redes 5G privadas, porque operadoras y fabricantes irán comprendiendo mejor los dispositivos empresariales con capacidades 5G nativas.

A lo largo del próximo año, algunas industrias como la de fabricación empezarán a construir sus ecosistemas 5G, que también comportarán un mayor control sobre la seguridad de las empresas que quieran gestionar sus propias redes privadas.

Mir entiende que la adopción de redes privadas se está produciendo en tres áreas: seguimiento de activos digitales, recintos digitalizados y fabricación autónoma.

Ha explicado que “una digitalización más rápida impulsará su adopción, y creemos que la adopción se acelerará a su vez cuando podamos aparejar la tecnología 5G con la evolución a WiFi6”.

Mir ha explicado que Cisco, en vez de empezar por estudiar si la 5G es una buena opción, ha colaborado con los clientes para descubrir qué es lo que funciona mejor en el plano comercial. Sowmyanarayan Sampath, director general entrante de Verizon Business, se ha hecho eco de su punto de vista.

Sampath ha destacado tres factores que favorecen las redes 5G privadas: la deslocalización de la fabricación, el aumento del comercio electrónico en los almacenes y la mayor presión sobre los costes en lugares tales como fábricas.

El directivo ha destacado que un almacén podría pasar de 150 puntos de acceso Wi-Fi a seis o siete nodos de red privada, lo que a su vez reduciría los costes.

Algunos de los clientes de Verizon Business, como WeWork, quieren empezar con redes privadas 5G, mientras que otros están en camino de migrar de 4G a 5G en cuanto renueven sus parques de dispositivos.

Ha señalado que Verizon Business dispone en la actualidad de cientos de redes privadas 5G en proceso, o ya desplegadas.

Afirma que “2022 es el año en el que las redes privadas empezarán a tener una amplia presencia”.

Debido a las necesidades en materia de seguridad, a un volumen de datos cada vez mayor, a los despliegues de computación móvil en Edge con proveedores de nubes y a la digitalización de las industrias, los despliegues de móvil privados para clientes empresariales en el mundo real se intensificarán durante 2023, pero es probable que a corto plazo las redes privadas 5G no salgan del ámbito de las empresas más sofisticadas.

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