La cantidad de datos incluida en los contratos sube, la demanda es más alta que nunca y el precio por gigabyte cae en la mayoría de los mercados del mundo desarrollado. Dicha circunstancia es estupenda para los consumidores, pero, ¿acaso las operadoras han iniciado una carrera que tendrá como destino final la gratuidad de los datos?

Andrew Penn, consejero delegado de Telstra, tomó la palabra en el MWC Shanghai 2017 para explicar a un público sorprendido que, en su opinión, el precio por datos minoristas llegará a cero antes de que pasen diez años, y que las operadoras tendrán que buscar métodos alternativos para ganar dinero.

Es un pronóstico atrevido, pero si examinamos el precio medio por gigabyte al que se ha llegado desde el lanzamiento de la 4G, concluiremos que podría estar en lo cierto.

Tomemos como ejemplo al Reino Unido. En 2012, poco después de que EE activase su 4G, un contrato con SIM y sin terminal costaba 26 libras esterlinas y ofrecía a los consumidores llamadas y mensajes de texto ilimitados junto con 1 gigabyte de datos. En el momento de escribir estas líneas, la tarifa mensual “solo SIM” ofrece a los clientes de EE llamadas y mensajes de texto ilimitados, y 22 gigabytes de datos.

En los Estados Unidos, Verizon abandonó su plan de datos ilimitados en el 2011 y empezó a cobrar 30 dólares (unos 25 euros) por 2 gigabytes, 50 dólares (unos 42 euros) por 5 gigabytes y 80 dólares (unos 67 euros) por 10 gigabytes, incluyendo un terminal, eso sí. Los datos proceden de un artículo publicado por CNN en aquella época. En el 2017, la misma operadora ofrece servicio ilimitado en todos los apartados, incluyendo un teléfono, por 80 dólares.

Mobile World Live ha consultado a expertos de la industria que afirman -casi con unanimidad- que no es probable que los planes de datos desaparezca del todo, pero que las operadoras tienen que buscar nuevos modelos de generación de ingresos, porque el declive de los precios por gigabyte parece imparable.

Alianzas

Kester Mann, analista principal de operadoras de CCS Insight, afirma que “los paquetes de datos se vuelven más generosos, y esa tendencia se reforzará a medida que pase el tiempo”.

“Veo que los datos siguen el mismo camino que la voz y los SMS, que ya están incluidos en la mayoría de los casos. Será interesante comprobar si [los precios] tenderán a cero durante los próximos cinco o diez años en los ámbitos donde los datos todavía generan valor.”

Mann añade que las operadoras tendrán que aguzar el “ingenio”  para compensar la caída en los precios de los datos, así como diferenciarse mediante la oferta de paquetes personalizados por precios más módicos que los de los datos ilimitados. Afirma que “las operadoras que elaboren paquetes personalizados para clientes específicos lograrán diferenciarse”. Pueden buscar la especificidad en contenido, uso de la itinerancia, agrupación de servicios y otras posibilidades basadas en los intereses del cliente.

Laura Petrone, analista de investigación de IDC, piensa que algunas operadoras ya han creado alianzas que podrían situar como opción los paquetes basados en el contenido y vinculados a conectividad barata, si bien dicha estrategia dependerá de las normas de neutralidad de Internet y de las tasas de reventa.

Petrone afirma que “probablemente, algunas operadoras lograrán que funcione”, y añade que serán, “sobre todo, las que ya han recorrido un buen camino para construirse una posición fuerte en contenidos y ahora también podrán permitirse inversiones cuantiosas”.

“Pero la mayoría tendrán que revender productos de terceros y regalar los propios.”

Greg Collins, analista principal de Exact Ventures, entiende que el modelo basado en la gratuidad de los datos es inviable a causa de los elevados costes del espectro, pero apunta que dicha situación podría alterarse si se producen cambios significativos en los costes de la conectividad.

“Las redes de móvil exigen inversiones de capital muy elevadas y, al menos por ahora, el coste del espectro es demasiado alto como para que pueda ser rentable un servicio móvil de alta velocidad que ofrezca conectividad gratuita.

“Si el coste del espectro disminuye o es eliminado en el futuro, y bajan los precios de compra, implantación y soporte de las redes de acceso vía radio, puede ocurrir que el contenido, la publicidad, el análisis del público consumidor, etc. … basten para sostener un modelo “gratuito”.

Los efectos de la 5G

De todos modos, la 5G podría cambiarlo todo.

En los inicios de la LTE, muchas operadoras cobraban un suplemento por usar el nuevo servicio de datos. ¿Podría aplicarse la misma táctica para maximizar el valor de las redes 5G?

Uno de los problemas podría radicar en la propia calidad de la 4G ya existente, y en la eficacia de las versiones evolucionadas de dicha tecnología al atender a la demanda de datos. En los primeros tiempos de la 4G, muchas operadoras promocionaron la nueva tecnología sobre la base de un mejor funcionamiento, sobre todo porque eliminaba las esperas en el visionado de vídeos.

Puede que, en la situación actual, la 4G sea demasiado buena y no se encuentre en el mundo real una demanda significativa de modernización. Por ese mismo motivo, también será más difícil cobrar suplementos a cambio de un servicio más eficaz.

James Gray, director de Graystone Strategy, afirma que “las circunstancias económicas que acompañarán la prestación de servicios 5G dificultarán que las operadoras móviles puedan bajar precios hasta el punto de que los usuarios se sientan tentados de pasarse a dicha tecnología. Unos consumidores cada vez más exigentes con los precios no aceptarán la subida de los costes y preferirán continuar con la 4G.”

Mann cuenta con que las primeras operadoras que ofrezcan 5G podrán cobrar un suplemento según el mercado específico en el que operen, pero tal vez dicha ventaja -como sucedió con la 4G- dure poco. Ha explicado a MWL que “las primeras operadoras la lanzarán como servicio premium. A medida que pase el tiempo, y más y más personas se acostumbren a ella, los precios bajarán.”

Solo con el paso del tiempo sabremos cómo evolucionan las tarifas de 5G para consumidores y si se generalizan los datos ilimitados, e incluso gratuitos.

Con todo, la diversificación y la búsqueda de alianzas que se observan en la industria nos indican que muchas de las operadoras no confían en la mera conectividad y están formulando planes B por lo que pueda suceder.