El grupo Orange ha imputado en las cuentas de su filial española un deterioro de 3.702 millones en su fondo de comercio, que ha llevado al conjunto del grupo a registrar unas pérdidas de 2.600 millones en la primera mitad de 2021.

En su comunicación de resultados del segundo trimestre y del primer semestre, Orange atribuye la necesidad de tal amortización en su negocio español al empeoramiento de la situación competitiva en el mercado y a la “continuidad de la crisis sanitaria que retrasa la recuperación económica”.

El consejero delegado de Orange, Stephane Richard, ha detallado que “el contexto general en España ha empeorado obligándonos a registrar un deterioro significativo del valor de nuestros activos”, pero añade que el nuevo equipo directivo de la filial “ha emprendido una estrategia de reposicionamiento de la oferta y que el desempeño comercial es positivo ”.

Las noticias de sus dificultades en España no son nuevas, y Richard ya mencionó el cambio de rumbo de la filial como una prioridad principal a principios de este año tras varios trimestres aquejada por una dura competencia.

En mayo, la compañía anunció una reducción de plantilla que afectaría a 400 empleados.

Finanzas
La pérdida neta de Orange en el primer semestre de 2018 fue de 2.600 millones de euros, frente a los 1.000 millones de euros de beneficio durante el mismo período de 2020. El operador destaca que la pérdida también incluye unos costes de reestructuración de 286 millones de euros. La facturación del semestre se mantuvo prácticamente sin cambios, en los 20.900 millones de euros.

La filial española de Orange facturó durante el primer semestre 2.368 millones de euros, un 5,2% menos que el periodo equivalente de 2020. En el segundo trimestre la caída de ingresos se moderó hasta el 2,7%, con un volumen de 1.180 millones de euros.

A pesar de sus problemas en España, Richard señaló un sólido desempeño de ventas en muchas de las divisiones del grupo en el segundo trimestre, destacando el “crecimiento sobresaliente” en su división de Medio Oriente y África (MEA) y el impulso en sus ofertas empresariales.

Los ingresos del grupo en el segundo trimestre aumentaron un 1,7% interanual hasta los 10.600 millones de euros. Los ingresos en la zona MEA aumentaron un 14,4% alcanzando los 1.600 millones de euros, mientras que Francia se mantuvo estable en 4.500 millones de euros.

Excluyendo su negocio en España en dificultades, Orange asegura que sus operaciones en Europa habrían registrado un crecimiento de ingresos del 6,1%. Sin embargo, al incluir la filial española, el aumento interanual se reduce al 1,8% hasta los 2.600 millones.

La división Enterprise de Orange aportó 1.900 millones de euros en ingresos, un 2,3%. La firma no desglosa el beneficio neto por trimestres ni por países.